Analizar la actividad de catorce genes del sistema inmune en un cáncer de mama indica si una paciente tiene una probabilidad alta de sobrevivir a largo plazo con buena salud después del tratamiento inicial, según una investigación internacional liderada por el hospital Clínic de Barcelona. Este análisis puede ser útil en el futuro para personalizar el tratamiento en función de la inmunidad de cada paciente.
“Hasta ahora nos hemos fijado en genes de las células tumorales, que nos aportan información útil para predecir la supervivencia y personalizar los tratamientos. En este estudio demostramos que, si además nos fijamos en los genes del sistema inmune, tenemos una visión más completa del pronóstico de las pacientes”, declara el oncólogo Aleix Prat, director del Instituto del Cáncer del hospital Clínic, que ha liderado el proyecto.
Aleix Prat, director del Instituto del Cáncer del hospital Clínic, ha liderado la investigación
Aunque el trabajo se ha centrado en el cáncer de mama, los investigadores han comprobado que el mismo fenómeno se produce en otros tipos de cáncer. A partir de datos públicos del consorcio The Cancer Genome Atlas, han visto que la actividad de los mismos catorce genes del sistema inmune se asocia a la supervivencia a largo plazo en personas que han tenido cánceres de cérvix, de pulmón, de cabeza y cuello, melanomas y sarcomas.
En el caso del cáncer de mama, la actividad de los genes se ha evaluado con tests genómicos de los tumores. Se han realizado a partir de biopsias tomadas en el momento en que se diagnosticó el cáncer. “Los resultados no solo nos informan sobre el comportamiento del tumor, sino también sobre el estado general del sistema inmune de la paciente”, informa Prat. Si el sistema inmune tiene una alta capacidad de producir células contra el cáncer, será más eficaz para evitar recidivas tras el tratamiento inicial, y también para combatir otras enfermedades. Según destaca el investigador, “este es un concepto nuevo en oncología”.
La biotec Reveal Genomics ha desarrollado un test que analiza la actividad de los 14 genes
En la investigación se han analizado datos de 9.638 pacientes con cáncer de mama HER2 positivo (que representan un 15-20% de todos los casos de la enfermedad) o triple negativo (que representan otro 10-15%).
Se han utilizado tests de la empresa Reveal Genomics, una spin-off del Campus Clínic de Barcelona y del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), de la que Prat es director científico. Concretamente, se ha utilizado el test HER2DX, adaptado a cáncer de mama HER2 positivo, que ya se utiliza en algunos hospitales de España, Israel y EE.UU. y que fue seleccionado por la revista Time como uno de los mejores inventos del año 2022. Y el test TNBCDX, adaptado a cáncer de mama triple negativo, que aún no está aprobado y cuyo uso se limita por ahora a entornos de investigación.
La inmunidad influye en el riesgo de recidivas y en el estado general de salud después del tratamiento oncológico
Según los resultados presentados en la revista ESMO Open, una actividad alta de los catorce genes del sistema inmune en las fases iniciales del cáncer se asocia a una reducción de mortalidad del 41-47% en los diez años siguientes.
"La investigación plantea una nueva forma de entender el sistema inmunitario en el contexto del cáncer”, declara Alena Gros, especialista en inmuno-oncología del instituto VHIO.
La investigación ha estado liderada por el hospital Clínic de Barcelona
Los catorce genes identificados “son un marcador de inmunidad antitumoral sostenida y del estado general de la inmunidad de los pacientes”, explica Prat. “Analizar su actividad abre la vía a terapias personalizadas para mejorar no solo la supervivencia frente al cáncer, sino la salud a largo plazo”.
Estos genes incluyen -entre otros- uno crucial para la maduración de los linfocitos B, que son las células inmunes que producen anticuerpos; otro que facilita que los linfocitos B se mantengan activados; o un tercero que regula la comunicación entre diferentes tipos de células inmunes para que cada una se active en el momento adecuado. “Es posible que en un futuro se identifiquen otros genes de inmunidad relevantes que se podrían añadir al test”, señala Prat.
La investigación plantea una nueva forma de entender el sistema inmunitario en el contexto del cáncer”
En la investigación han participado, además de las instituciones del Campus Clínic, el instituto VHIO de Vall d’Hebron, el Idibell de Bellvitge, el Institut Català d’Oncologia (ICO), la biotec barcelonesa Omniscope y las universidades de Harvard y de Carolina del Norte en Estados Unidos.

