Tratamientos como la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia siguen siendo fundamentales en la lucha contra el cáncer, pero aún hay margen de mejora. Un equipo liderado por Ana Piqueras Hinojo, del Institut de Recerca Germans Trias i Pujol (IGTP) busca responder a una pregunta clave: ¿cómo se puede asegurar que se ha eliminado todo el tejido tumoral durante una operación? La respuesta es SNIPer, una cuarta columna en el tratamiento del cáncer, enfocada en mejorar la precisión quirúrgica y actuar directamente sobre posibles restos tumorales. El proyecto se realiza en colaboración con el IQS, uniendo experiencia clínica y tecnología.
SNIPer es un dispositivo médico innovador que se integra fácilmente en los circuitos asistenciales actuales. Su función es apoyar al cirujano durante la intervención, ayudando a localizar con precisión el tumor y aplicar tratamiento inmediato, lo que lo convierte en un aliado clave junto a los tratamientos tradicionales. El dispositivo emplea un sistema de luz que hace que las células cancerosas brillen, de forma que el cirujano puede ver con claridad las zonas afectadas. Además, esa misma luz tiene un efecto terapéutico localizado, lo que permite tratar posibles restos tumorales en tiempo real.
Esta doble función representa un enfoque novedoso y mínimamente invasivo, que complementa y refuerza las terapias convencionales, con el objetivo de mejorar los resultados y aumentar la supervivencia de los pacientes, explica la investigadora.
A diferencia de la cirugía tradicional, SNIPer no solo facilita la extirpación precisa del tumor, sino que actúa sobre las células que puedan haber quedado tras la operación, sin necesidad de tratamientos adicionales inmediatos.
Con SNIPer se abre una nueva vía en el abordaje del cáncer, donde la tecnología se pone al servicio de una cirugía más precisa, menos agresiva y centrada en el paciente. Al integrarse fácilmente en los sistemas ya existentes, su adopción puede ser rápida y efectiva.
Declaración de transparencia: Esta investigación está financiada por la Fundación “la Caixa”, entidad que apoya el canal de información científica Big Vang.
