Las comunidades en internet que fomentan la anorexia y bulimia, conocidas como pro-Ana y pro-Mia, han sido objeto de análisis de numerosas publicaciones internacionales desde 2016. Un nuevo estudio basado en la selección de 38 investigaciones de Carmen Vizoso-Gómez, de la Universidad de León, ha observado cómo estos espacios, usualmente visibles en redes sociales, pueden promover conductas alimentarias de riesgo, con efectos nocivos en la salud física, mental y social de sus participantes.
El informe señala que la mayoría de los estudios atribuye la aparición de estos foros a los modelos de delgadez actuales y la discriminación que sufren las personas con Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA). Además, advierte que los contenidos que intentan ser preventivos, como videos que rechazan la validación de estos hábitos, pueden paradójicamente reproducirlos.
“En las comunidades pro-TCA se defiende un estilo de vida determinado por conductas alimentarias inadecuadas para alcanzar un peso y una imagen corporal ideales, inspirados en una delgadez extrema, donde los/as participantes forman una comunidad que aporta apoyo social y emocional frente a la discriminación y la estigmatización”, dice la investigación.
Vizoso-Gómez constata que la mayoría de participantes de estos foros son mujeres jóvenes o adolescentes, aunque revela que también existen algunos casos de grupos creados por y para hombres, como indica un estudio brasileño citado en la publicación.
Medidas preventivas
El trabajo subraya la necesidad de respuestas educativas frente a este fenómeno y propone que, en lugar de recurrir a la censura o prohibición, que han demostrado ser contraproducentes, se opte por la alfabetización mediática, para que los adolescentes sepan reconocer información científica veraz. Además, destaca la importancia de que haya propuestas educativas para el desarrollo del autoestima y una autoimagen positiva.
El estudio también propone la realización de programas de educación formal y no formal para prevenir los TCA y reforzar las actitudes y valores positivos hacia estilos de vida saludable. Al mismo tiempo, explica la importancia de diseñar campañas atractivas y difundidas en medios de comunicación que concienticen sobre los trastornos y promocionen una alimentación balanceada.