Los bares, restaurantes y otros locales gastronómicos se suelen asociar con el hecho de pasar un buen rato en familia o junto a la buena compañía de amigos mientras se disfruta degustando comida distinta a las que se consume habitualmente en casa. Sin embargo, no todo es de color de rosa en el sector de la hostelería.
Y es que las condiciones laborales lamentables de muchos trabajadores, con jornadas interminables y constantes conflictos y discusiones entre propietarios, camareros y clientes son tan solo algunos ejemplos de los conflictos que sufren los trabajadores habitualmente en este sector.
Situaciones así seguramente se han producido desde toda la vida, pero antes solo quedaban en el recuerdo de quienes las habían vivido. Sin embargo, con la entrada de las redes sociales en el juego, hoy en día estos conflictos tienen mucha más repercusión. En ellas, los camareros han encontrado un espacio virtual donde poder dar voz a todas las injusticias a las que se enfrentan a diario. Y también los clientes.
Uno de los perfiles más conocidos que da voz a los conflictos que se dan en la hostelería es la cuenta de X (antes Twitter) Soy Camarero. Este perfil se hace eco día tras día de situaciones que le explican sus compañeros de profesión y también de clientes enfadados por malos servicios. Recientemente, el camarero detrás de este perfil, Jesús Soriano, ha difundido una fotografía del cartel que cuelga dentro de una cafetería de Tenerife que ha provocado la indignación de cientos de personas.
Y es que el cartel informa a los clientes de la cafetería de que solo pueden sentarse en las mesas del local durante 30 minutos. “Máximo 30 minutos”, se lee en letras muy grandes. Y, debajo de ellas, añaden: “Rogamos permanezca en la mesa el tiempo estrictamente necesario, gracias”, con el mismo mensaje repetido en inglés.
Al viralizarse la publicación en redes sociales, se cuentan por cientos los comentarios de personas que han mostrado rechazo ante esta forma de tratar a los clientes: “Yo a sitios donde ponen esas cosas no voy, pero si no es ilegal y está visible, qué hagan lo que quieran. Si el dueño cree que dar por culo a los clientes es beneficioso para él, pues él sabrá, es su empresa”, comenta indignado un hombre en X (antes Twitter).
Reacciones en redes
“Estuve de vacaciones en Indonesia y me di cuenta de que en bares y restaurantes de España parece que el cliente molesta y hay que echarlo pronto para atender a más. En Indonesia, en cambio, buscan que te sientas a gusto para que vuelvas”
Pero también hay quienes han defendido la decisión del propietario: “Hay gente que se pasa 1 o 2 horas de sobremesa sin pedir chupitos o un mísero café. Vienes a comer, no a hacer la tarde/noche. Estás ocupando una mesa que otros podrían usar”, ha apuntado otro internauta.

