Pocas cosas conquistan más que una tabla bien surtida de quesos y embutidos. Es perfecta para una cena informal, un aperitivo con amigos o como centro de una comida tipo cóctel. La clave está en combinar variedad, armonía visual y productos de calidad.
Paso 1: Variedad de quesos
Incluye al menos tres tipos:
• Queso blando: brie o camembert para un inicio suave.
• Queso curado: manchego o idiazábal para un toque más intenso.
• Queso azul: gorgonzola o cabrales para los más atrevidos.
Paso 2: Selección de embutidos
Ofrece diferentes perfiles: jamón ibérico, lomo curado, chorizo picante y salchichón.
Paso 3: Acompañamientos
Pan rústico, picos, uvas, frutos secos, aceitunas y mermeladas artesanas.
Paso 4: Presentación
Dispón los quesos de más suave a más fuerte en el sentido de las agujas del reloj.
Coloca los embutidos enrollados o en abanico y reparte los acompañamientos para llenar huecos y dar color.