Los datos publicados mensualmente por el Instituto Nacional de Estadística (INE) permiten observar las grandes diferencias entre el coste de la vida actual y, por ejemplo, el de principios de siglo. Realizando una comparativa de precios básicos entre el día de hoy y el año 2004 denotan una inflación del 51,1%: una barra de pan ha pasado de costar 40 céntimos a superar el euro en diferentes supermercados, y el metro cuadrado de vivienda cuesta 600 euros más, de 1.600 a 2.200.
Esto también se puede apreciar en el salario mínimo interprofesional, de 490,80 euros al mes en 2004, que ha subido hasta los 1.184 en 2025. Sin embargo, los demás precios a nuestro alrededor impiden salir de un bucle de gastos que nos impide ahorrar como querríamos. Maca Riva, empresaria y divulgadora especializada en finanzas, respondía a esta cuestión en el podcast A lo Grande: “Si tanta gente sabe que vive endeudada, vive al límite, ¿por qué sigue endeudándose, sigue comprando, sigue y le cuesta salir de ello?”.
“Creo que hay dos razones principales. La primera es un tema de apariencia. Tú tienes a un vecino y ese vecino, tú no sabes ni cómo le va al vecino, pero tú ves que tiene coche nuevo y tú dices, pero ya. Sí. siento que también hay mucho contenido sobre te tienes que ver como la persona que quieres ser y eso puede ser un hoyo negro desagradable, ¿no? Porque tal vez no te alcanza para verte como esa persona que tú quieres ser y entonces se vuelve un ciclo de endeudamiento tremendo”, le explicaba a la presentadora, Marian Gamboa.
“Y por otro lado también diría como una mentalidad un poco de rendirte ante la vida que vivimos y lo complejo que es el mundo y decir me lo merezco hoy porque yo no sé qué vaya a pasar mañana y no voy a construir hacia un futuro. En Latinoamérica, por ejemplo, nunca contratamos seguros. De gastos médicos, de vida, tal, ¿no? Somos como antiseguros. Porque no nos gusta pensar en el largo plazo y en la prevención”, ejemplificaba.
Mujer mirando ticket de compra
Por encima de nuestras posibilidades
“Porque somos como, no, hoy voy a sacar las cosas con lo que tengo y ya el mañana, problema de mañana. Entonces creo que pasan esas dos cosas en paralelo. Muchas veces se mezclan. Pero para mí el tema de la apariencia es impresionante. Cuando doy asesorías y me siento con gente, veo que lo que más les cuesta es decir, ‘es que hoy no me alcanza’. Si no te alcanza para ahorrar, no te alcanza más bien para la vida que estás viviendo”, sentenciaba.


