Pocas figuras en la historia del arte y la ciencia han alcanzado la categoría de mito como Leonardo da Vinci. Su genio polifacético, su legado en la pintura, la ingeniería, la anatomía y la arquitectura han convertido su nombre en sinónimo del Renacimiento. Sin embargo, un reciente estudio ha revelado un aspecto desconocido de su vida: su vínculo con Barcelona.
Hasta ahora, la biografía de Da Vinci se ha centrado en su vida en Italia y su estancia final en Francia, donde falleció en 1519. Pero el historiador y experto en el Renacimiento, Carlo Vecce, ha descubierto que las raíces familiares del genio toscano se extienden hasta la Ciudad Condal. A través de un minucioso análisis de archivos y manuscritos, Vecce ha demostrado que los antepasados de Leonardo no solo estuvieron en Barcelona, sino que prosperaron allí durante generaciones.
El vínculo entre Da Vinci y Barcelona
Orígenes. La conexión con Barcelona se remonta a la figura de Giovanni di Michele, bisabuelo de Leonardo, quien, en lugar de continuar la tradición legal de su familia en Florencia, decidió buscar fortuna en la floreciente capital catalana del siglo XIV. Barcelona, en aquella época, era un importante centro comercial mediterráneo donde convivían mercaderes de diversas procedencias.

Retrato de Leonardo da Vinci, por Lattanzio Querena (1768-1853)
Giovanni se estableció en las cercanías de Santa María del Mar, un barrio donde prosperaban los comerciantes florentinos. Su hijo, Frosino, heredó su espíritu emprendedor y se dedicó al comercio de tejidos y tintes entre Mallorca, Valencia y Barcelona, consolidando la presencia de la familia en la península ibérica.
Pero la relación con la Ciudad Condal no se quedó en esa rama lejana del árbol genealógico. Un sobrino de Giovanni, Antonio, también se trasladó a Barcelona y se asoció con su primo Frosino en el negocio de las especias y materias primas. Antonio, que navegó por el Mediterráneo hasta Fez, acabó regresando a Florencia, donde se estableció y formó una familia. Su hijo, Piero da Vinci, fue el padre de Leonardo.

Vista aérea del Puerto de Barcelona
Un linaje de comerciantes y notarios. La investigación de Vecce demuestra que Leonardo no provenía de una familia de artistas, sino de una larga dinastía de notarios y comerciantes. Su bisabuelo, su abuelo y su padre desempeñaron roles clave en la burocracia florentina, mientras que sus parientes asentados en Barcelona se dedicaron a negocios lucrativos que los llevaron a comerciar con diversos puntos del Mediterráneo.
Aunque Leonardo no visitó Barcelona, su legado genético y su linaje se entrelazan con la historia de la ciudad. De hecho, la influencia mercantil de su familia podría haber marcado, en parte, su visión del mundo y su curiosidad por las ciencias y el comercio.

Carlo Vecce, autor de “Caterina”, la biografía novelada de la vida de la madre de Leonardo da Vinci
El retorno a Florencia y el destino de Leonardo
Cuando Antonio, el abuelo de Leonardo, decidió volver a la Toscana, lo hizo con una economía modesta pero con una experiencia vital que lo diferenciaba del resto de su linaje. Su hijo, Piero da Vinci, continuó la tradición legal y se convirtió en notario. Sin embargo, su hijo ilegítimo, Leonardo, no seguiría ese camino.
Dotado de un talento excepcional para el arte y la ciencia, pronto se destacó como aprendiz en el taller de Andrea del Verrocchio, dando inicio a la carrera de uno de los genios más grandes de la historia.