Isabel Allende, una de las escritoras más leídas del mundo hispanohablante, ha vuelto a sorprender con su honestidad, sensibilidad y ese inquebrantable romanticismo que la ha acompañado a lo largo de toda su vida y obra. En una entrevista para el programa Página Dos de La2, la autora de La casa de los espíritus confesó entre risas: “Soy una romántica incurable, Óscar (presentador del espacio), porque a los 82 años estoy enamorada. Vas a creerlo”.
El periodista Óscar López, que lleva años entrevistándola, no pudo evitar reaccionar con humor: “Siempre estás enamorada”. A lo que Allende respondió con ironía y ternura: “Sí, pero ahora estoy enamorada de un anciano, imagínate”.
El amor y la muerte
Motores narrativos de su literatura. Durante la conversación, la autora chilena reconoció que el amor siempre ha sido uno de los temas centrales en su vida, pero también otras fuerzas intensas que dan forma a sus novelas: el poder, la ambición, la venganza y, sobre todo, la muerte. “Siempre en mis libros hay muerte. No hay padres, en ninguna de mis novelas existe un padre presente, amoroso, tierno”, confesó.

Isabel Allende durante la entrevista
Lo que sí abunda en su obra, y en su vida, son mujeres fuertes. Madres, o figuras que las sustituyen, que se convierten en pilares fundamentales del relato. “Siempre hay madres o sustitutas de las madres muy importantes, mujeres fuertes siempre”, explicó Allende.

Isabel Allende presenta su nueva novela, 'Mi nombre es Emilia del Valle', en rueda de prensa en la Casa de América
Mujeres con carácter
Su sello literario. Óscar López apuntó que esa constante ha marcado su narrativa y ha creado un universo femenino reconocible: personajes valientes, decididos y con un carácter poderoso. Allende lo corroboró con naturalidad: “Te prometo, Óscar, que no conozco de las otras, estoy rodeada de mujeres como esa”.
Con más de 77 millones de libros vendidos y obras traducidas a más de 40 idiomas, Isabel Allende sigue siendo una voz literaria imprescindible. Su sinceridad, su conexión con las emociones más profundas y su compromiso con los personajes femeninos han convertido su trabajo en un reflejo de muchas realidades. Y ahora, a sus 82 años, también en una prueba viva de que el amor no tiene edad.