Las cosas son como son y eso no hay quien lo cambie. En esta sencilla premisa se basa la terapia Morita, creada por el psiquiatra Shoma Morita para ayudar a pacientes con depresión y ansiedad social. Una terapia psicológica que ha derivado en todo un movimiento filosófico y modo de vida basado en la aceptación; no solo de uno mismo y de los demás, sino también de cómo las cosas suceden en nuestras vidas.
Una filosofía que se puede resumir en una sola palabra: ‘arugamama’. Como explica el experto en sabiduría japonesa Marcos Cartagena, invitado en uno de los últimos episodios de IPP Podcast, significa aceptar la vida tal y como es.
La aceptación te dará el pode.
“Es una palabra muy simple”, explica el experto, que divide la palabra en tres partes: ‘haru’/’haber’, ‘ga’ como ese algo que ‘hay’; y ‘mama’, en ‘su forma’. “Es ‘algo que es como es’, sin pretensiones”, aclara Cartagena.
Según el experto, este concepto trata de ayudar a las personas a aceptarse tal y como son, a entender la importancia de la aceptación. “Lo que hay es lo que es, te guste o no. Si en invierno vas a sufrir porque hace frío y en verano vas a sufrir porque hace calor, te vas a pasar la vida sufriendo”, apunta. Por eso, según esta filosofía, en lugar de juzgar, simplemente se acepta: “Hace frío y punto”.
Para el experto, se trata de asumir ese concepto de aceptar, incluyendo también que la vida cambia y desaparece. “Todos nacemos y morimos”, sentencia. De esta manera, podemos librarnos del malestar mental, pues viviremos nuestra vida tal y como es dejando nuestras emociones como estén -siendo tal y como realmente somos, sin síntomas de ansiedad al no alcanzar los objetivos o estereotipos imposibles de la sociedad.
Arugamama
significa «las cosas son como son»
Consiste en aceptar la vida tal como se presenta, con sus momentos buenos y malos, y reconocer las cosas que no están en nuestro control. Es un punto de partida para la reflexión y la acción. Una vez que se acepta la realidad, se puede tomar acción desde un estado de claridad y equilibrio.
Ahora bien, comprender la diferencia entre lo que podemos y lo que no podemos controlar es clave para ello. Si intentamos controlar nuestras emociones y acciones, las cosas se complican. Así como no podemos detener la lluvia aunque nos sintamos incómodos, no podemos detener las emociones o pensamientos incómodos de inmediato. Arugamama se orienta al bienestar y al crecimiento personal, más que a la resolución de problemas; busca desarrollar la forma de ser.
