Conocimos a la actriz Anna Allen hace casi cuatro años, y no precisamente por su larga y extensa carrera profesional, sino porque la joven gerundense se inventó una vida de cuento en la que había detalles para todos los gustos. En España solo la conocíamos por su participación en la serie Cuéntame , pero según la actriz, ese habría sido el trampolín para vivir el ansiado “sueño americano”. Su carrera le había llevado a la ceremonia de los premios Oscars, se había codeado con actores de la talla de Julia Roberts o Ben Affleck, e incluso había participado en una de las series más conocidas de la televisión actual, The Big Bang Theory. También afirmaba que Hollywood le había comprado los derechos de una de sus obras teatrales y que protagonizaría Ruper Grint (Harry Potter). Vamos, que Allen estaba siguiendo la estela de otras actrices internacionales como Penélope Cruz, salvo por un pequeño detalle: todo era mentira.
Los medios de comunicación descubrieron que su “vida de ensueño” era todo un complejo entramado de mentiras, analizando sus (no tan) perfectamente editadas imágenes en las redes sociales (que por cierto robaba a la actriz Sophia Bush, de la que parecía estar obsesionada), o testimonios de aquellos a los que decía haber conocido. Lo más impactante del caso fue que, tras descubrirse todo el entramado del que no se sabe si habría preparado ella sola o con ayuda de más gente, la actriz desapareció sin dejar rastro. Se habló en su momento de un simple negocio que habría intentado forjar la actriz, pero también que podría estar sufriendo algún tipo de trastorno de personalidad. Sea como fuere, ella no dio explicación alguna. Diarios como Guayana Guardian comentaron en su momento que quizá lo único que podría “salvarle” sería hacerse un Joaquin Phoenix (el actor fingió en 2010 abandonar la industria del cine y mostró un comportamiento errático durante sus sucesivas apariciones, que luego justificó con su aparición en el falso documental I’m Still Here, que rodaba junto al oscarizado (y polémico) actor Casey Affleck.
Bien, pues parece que estaría planeando algo así, porque la actriz se ha convertido en el fichaje estrella de “los Javis” para su popular serie “Paquita Salas”. Los directores Javier Calvo y Javier Ambrossi continúan con su exitosa serie en Netflix y según informan en el portal Bluper , Anna Allen sería la esperada incorporación para la tercera temporada de la serie, ahora en producción.
La serie, que ya homenajeó a la actriz en un capitulo de su primera temporada, en el que la manager Paquita Salas (Brays Efe) hacía alusiones a un viaje realizado a su Navarrete natal, donde iba a tratar de convencer a Clara, una joven actriz retirada por haberse inventado una carrera en Hollywood para regresar a la pequeña pantalla.
"Con Clara seguimos una estrategia un poquito arriesgada. Pusimos su cara en la de otra actriz en los Óscar, en una fiesta... Dijimos que la habían cogido en *House of cards *. Yo no sabía que eso se veía aquí. Nos pillaron. ¡Cómo se puso la prensa!", decía Paquita en el capítulo.
La tercera temporada de la serie promete no dejar indiferente y sorprender tanto como las dos anteriores. Paquita, que ha cerrado su agencia de talentos, decide volver al mundo del entretenimiento con otra agencia más modesta (o “más gourmet”, según sus palabras), desde la que tendrá que enfrentarse al competitivo mundo de los “influencers”, dándose cuenta de lo difícil que es reiventarse como personaje.
Allen se une así a una larga lista de cameos, entre los que se encuentran las actrices Miriam Díaz-Aroca, Ana Obregón o la presentadora Terelu Campos, y nuevas incorporaciones como los cantantes y participantes de OT2018 Miki (que representará a España en Eurovisión) y Famous, ganador del concurso.