Con la llegada del verano, el final del curso escolar y más horas de convivencia en casa, muchos padres se enfrentan al reto de pasar tiempo con sus hijos adolescentes. Una etapa que puede resultar tan fascinante como desafiante.
Fernando Mora, psiquiatra especializado en adolescencia y muy seguido en redes sociales, ha compartido en un vídeo de TikTok cinco claves fundamentales para sobrevivir emocionalmente a esta etapa… sin morir en el intento.
1. No te lo tomes como algo personal
Según Mora, una de las claves principales para evitar el conflicto constante con un adolescente es entender que sus actitudes no son ataques personales. Están atravesando un proceso intenso de construcción de identidad, y eso incluye cambios de humor, cuestionamientos y rebeldía. “Están intentando regular emociones, entenderse y encontrar su sitio”, explica.

Captura de vídeo
2. No entres a la provocación
Una discusión encendida rara vez lleva a buen puerto. Por eso, ante una provocación o un momento de tensión, lo mejor es pausar la conversación y retomarla en un momento de mayor calma. Mora insiste en que el diálogo sereno siempre será más eficaz que una batalla verbal cargada de emociones.

Discusión con un hijo adolescente
3. Valida sus emociones
Una de las cosas que más necesitan los adolescentes —aunque a veces no lo parezca— es sentirse comprendidos. Evita frases que invalidan como “no es para tanto” o “deja de exagerar”, y en su lugar, apuesta por un enfoque empático: “Entiendo que te sientas así”, “yo también fui adolescente”, recomienda el especialista.

Un padre tiene una conversación con su hijo adolescente
4. Hazle partícipe de las decisiones
La imposición suele generar rechazo, pero la participación fomenta la colaboración. Por eso, es recomendable negociar en lugar de ordenar, especialmente cuando se trata de horarios, actividades o normas de convivencia. “Si se siente dentro de la negociación, será más fácil que acepte el resultado”, señala Mora.
5. Busca puntos de conexión
No se trata de ser su mejor amigo, pero sí de crear espacios compartidos. Un paseo, una serie, una charla sobre sus intereses pueden servir como puentes afectivos. “Encuentra puntos de conexión”, sugiere Mora, porque estos momentos fortalecen el vínculo y reducen los choques.
La adolescencia no es fácil, ni para quienes la viven ni para quienes la acompañan. Pero, como recuerda el psiquiatra, “estás acompañando a una persona en construcción”, y la comprensión, la empatía y la paciencia son herramientas más valiosas que cualquier castigo o norma estricta.