¿Cuándo hay que dejar ir una relación? Es una de las preguntas más complicadas y universales en el terreno emocional. El escritor y coach en relaciones personales Matthew Hussey, conocido por su enfoque claro y honesto, ha abordado este tema en un reciente vídeo de TikTok. Y lo hace desde una perspectiva cruda pero realista: no tenemos mil vidas para repetir la misma historia una y otra vez.
“No tenemos mil vidas para repetir el experimento. En un mundo donde solo tenemos unos años, hay que ser muy cuidadosos con dónde y cómo los invertimos”, sostiene Hussey.
Captura de vídeo
No se trata de rendirse: se trata de elegir tus arrepentimientos
Una de las ideas más potentes del vídeo llega cuando cita al periodista británico Christopher Hitchens: “En la vida tienes que elegir tus arrepentimientos”. Según Hussey, cada decisión implica una renuncia, y lo importante es elegir la que menos duela con el tiempo.
Dejar una relación es una decisión difícil
“Si sabes que vas a arrepentirte de dejar esta relación ahora sin un poco más de cierre, vale. Pero llegará un momento en el que el mayor arrepentimiento será cuánto tiempo te quedaste”, afirma con contundencia.
Encontrar el punto medio entre el cierre y la resignación. El coach británico, que lleva años asesorando a personas de todo el mundo sobre relaciones afectivas, plantea que cada persona debe establecer un tiempo límite razonable para descubrir si esa relación realmente tiene futuro.
“Entre esos dos extremos —irse demasiado pronto o quedarse demasiado— hay un margen de tiempo que estás dispuesto a apostar”, asegura Hussey.
Las parejas suelen romper su relación por una serie de motivos muy comunes.
En otras palabras, se trata de tener el coraje de marcar límites claros y asumir que, aunque no siempre tengamos certezas absolutas, hay señales suficientes para tomar una decisión. La indecisión crónica, en muchos casos, es el mayor ladrón de tiempo y bienestar emocional.
Una decisión valiente y liberadora
Matthew Hussey no romantiza las rupturas. Reconoce que soltar a alguien que hemos querido (o que aún queremos) puede ser una de las decisiones más dolorosas de nuestra vida. Pero insiste en que quedarse por miedo al arrepentimiento puede, en realidad, ser lo que más daño nos haga a largo plazo.
Su mensaje no es uno de frialdad, sino de responsabilidad emocional: saber cuándo parar de invertir tiempo y energía en una historia que no nos devuelve lo que necesitamos.
