En una sociedad que a menudo mide el éxito por los logros profesionales y los ingresos, la voz de Erica Komisar emerge como un recordatorio necesario de lo que realmente importa. La psicóloga, especializada en crianza y desarrollo infantil, argumenta que la ausencia física y emocional de los padres tiene un coste directo e inmediato: el vínculo que no se construye con ellos lo ocupa la tecnología.
Su mensaje, expuesto en el podcast Triggernometry, es una llamada a la acción para que los padres reevalúen sus horarios y prioridades, defendiendo que el tiempo con los hijos no es un lujo, sino una necesidad psicológica fundamental.
“Trabajar menos y ganar más” para estar presente
Komisar no se anda con rodeos. Su planteamiento es una inversión de la lógica predominante. Mientras que muchos buscan trabajar más horas para ganar más dinero, ella propone una estrategia diferente: “Trabaja para trabajar menos”.
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La psicóloga es clara: “El objetivo en la vida es trabajar menos y ganar más”. Esta aparente paradoja se resuelve buscando “un modelo de trabajo más eficiente”. Komisar sugiere aspirar a “el tipo de trabajo donde cobras por hora y ganas más por hora, pero trabajas menos horas, para tener más tiempo con tus hijos”.
El fin último no es la riqueza material, sino el tiempo mismo. Se trata de reorientar la ambición profesional para que el verdadero premio sea la presencia en el hogar.
Una madre jugando con su hija
La pertenencia del tiempo familiar. Una de las ideas más potentes de Komisar es el concepto de que el tiempo fuera del trabajo no es propio, sino que pertenece a la familia. Esta idea puede ser, según admite, “difícil de escuchar para los padres” acostumbrados a desconectar o a tener espacios propios tras la jornada laboral.
La experta lo deja muy claro: “Cuando llegas a casa por la noche, les perteneces a tus hijos. Tus fines de semana les pertenecen a tus hijos”. Esta afirmación establece una jerarquía de prioridades incontestable, donde las necesidades de conexión y atención de los niños deben situarse en el centro de la vida familiar.
La interacción de padres e hijos en la primera infancia tiene un impacto duradero en el aprendizaje de los niños
La tecnología como sustituto del vínculo parental ausente
El argumento más crucial de Komisar es la consecuencia directa de la falta de presencia parental. No se trata solo de un ideal romántico, sino de una dinámica psicológica con efectos concretos.
La psicóloga lanza una advertencia firme: “Si no estás ahí para estimular a tu hijo, para interactuar con él, para simplemente tener una interacción básica, hablar con él, leerle… entonces tendrá que interactuar con su tecnología”.
Esta es la clave de su discurso. La tecnología no invade el espacio familiar por sí sola; lo hace para llenar un vacío que los padres, por sus largas ausencias, dejan abierto. La pantalla se convierte en el estímulo sustituto, la niñera digital y la fuente de interacción cuando la figura de apego principal no está disponible.
La compensación necesaria
Komisar es realista y comprende que muchos padres no pueden evitar trabajar a jornada completa. Sin embargo, incluso en estos casos, insiste en la necesidad de una compensación activa.
“La verdad es que si tus hijos no te han visto en todo el día, entonces necesitas compensarlo estando allí tanto como sea posible”, afirma. Esto significa que el tiempo que se pasa en casa debe ser de máxima calidad y dedicación exclusiva, priorizando la interacción directa por encima de otras tareas o distracciones.
El consejo final de Erica Komisar es un llamado a la concienciación y a la acción. Todo ajuste horario, todo cambio laboral o toda decisión profesional que permita “pasar más tiempo con los hijos, es prioridad”.
