En un mundo donde las conexiones sociales son esenciales para el bienestar emocional, hacer amigos parece ser un desafío creciente con el paso del tiempo.
Un reciente estudio de OnePoll, que encuestó a más de 2.000 personas, ha puesto de manifiesto una realidad que muchos ya sospechaban: después de los 23 años, establecer nuevas amistades se complica significativamente. ¿A qué se debe este fenómeno? La ciencia tiene respuestas claras y apunta a una combinación de factores sociales, psicológicos y de estilo de vida.
La edad dorada para hacer amigos: los 23 años
Según los investigadores, los 23 años son un momento ideal para formar nuevas amistades. Durante esta etapa de transición entre la educación y la vida laboral, la socialización es más frecuente y las responsabilidades aún no han alcanzado el nivel que suele tener en la adultez plena. En este periodo, es más fácil mantener amistades previas y generar nuevas conexiones en entornos como el trabajo o actividades recreativas.
Imagen de archivo
Complicaciones. Sin embargo, tras esta etapa, las cosas empiezan a complicarse. Los participantes del estudio identificaron dos obstáculos principales: la timidez y la disminución de interacciones sociales espontáneas. A medida que avanzamos en la vida adulta, el tiempo libre se reduce, las prioridades cambian y el entorno para conocer nuevas personas se vuelve más limitado.
Factores que dificultan la amistad en la adultez
La vida adulta trae consigo responsabilidades como el trabajo, la familia y las obligaciones personales. Según sociólogos, estas demandas suelen relegar la amistad a un segundo plano, lo que puede hacer que se debiliten incluso los vínculos existentes.
La familia y las obligaciones personales dificultan hacer nuevas amistades
El estudio Problems with friends in old age, liderado por las investigadoras Rosemary Blieszner y Rebecca G. Adams, aborda las dificultades para mantener amistades en edades avanzadas. Señala que, aunque el deseo de conexión persiste, las barreras pueden surgir tanto de cambios estructurales como de factores externos:
- Falta de tiempo: Las responsabilidades diarias dejan menos espacio para socializar.
- Cambios en la interacción: Las relaciones pueden deteriorarse debido a la disminución de encuentros frecuentes o la distancia física.
- Prioridades cambiantes: La familia y el trabajo suelen ocupar el centro de la atención en la adultez.
¿Por qué es tan difícil hacer nuevos amigos?
El deseo de formar amistades no desaparece con la edad, pero la realidad es que las oportunidades para hacerlo disminuyen. Según el estudio, una de las principales causas es la falta de contextos sociales naturales donde interactuar, como las aulas o actividades grupales de la juventud. Además, la timidez y el miedo al rechazo pueden jugar un papel crucial, haciendo que muchas personas eviten iniciar conversaciones o conexiones más profundas.
¿Cómo podemos revertir esta tendencia?
A pesar de los desafíos, no todo está perdido. Los expertos recomiendan estrategias como:
- Buscar nuevos contextos sociales: Participar en actividades grupales como talleres, clubes o eventos locales puede abrir oportunidades para conectar con personas con intereses similares.
- Valorar las conexiones existentes: Dedicar tiempo y esfuerzo a fortalecer las amistades actuales.
- Romper la rutina: Salir de la zona de confort y estar dispuesto a entablar conversaciones con nuevas personas.
Imagen de archivo
Aunque hacer amigos a partir de cierta edad puede parecer difícil, no es imposible. La clave está en reconocer las barreras, enfrentarlas y dedicar tiempo a construir relaciones significativas.
