Edu Saz, arquitecto, explica el truco para sacar una mayor rentabilidad a los pisos pequeños en España: “Multiplican su precio”

En el competitivo mercado inmobiliario español, donde cada metro cuadrado cuenta, el arquitecto y divulgador Edu Saz ha desvelado una de las estrategias más eficaces para incrementar el valor de una vivienda: abrir la cocina al salón. No se trata solo de una moda estética, sino de una decisión clave que puede suponer una gran diferencia en la rentabilidad de un piso, especialmente si se trata de inmuebles pequeños.

“Los pisos pequeños que unifican salón-comedor y cocina multiplican su precio”, afirma Saz con rotundidad. A través de su canal de YouTube, Saz se ha ganado el reconocimiento de miles de usuarios al traducir conceptos arquitectónicos en decisiones prácticas para quienes desean reformar su vivienda con cabeza y con visión de futuro.

El poder de los espacios abiertos

Según el arquitecto, una de las reformas más frecuentes y rentables es precisamente la unión del salón, la cocina y el comedor. Esta distribución abierta no solo aporta una sensación inmediata de amplitud, sino que también responde a una demanda real y creciente por parte de compradores e inquilinos.

“Crear una estancia única y multifuncional no solo da sensación de amplitud, sino que aporta un valor añadido que los compradores perciben de forma inmediata”.

En viviendas de 40, 50 o 60 metros cuadrados, esta estrategia es particularmente efectiva, ya que permite aprovechar zonas de paso como pasillos o recibidores. Pero también puede ser útil en casas más grandes, donde se pueden crear zonas comunes de entre 50 y 60 metros que generen un auténtico efecto “wow”.

Reformar con cabeza. Saz insiste en que tirar tabiques no debe ser una decisión impulsiva, sino estratégica. La clave está en leer bien el espacio y evitar errores como el “efecto piso de playa”, en el que la cocina se coloca de forma incómoda justo detrás del sofá, afectando negativamente a la experiencia del usuario.

Además de abrir espacios, hay otras intervenciones que pueden marcar la diferencia a la hora de revalorizar una vivienda. La renovación del baño y la cocina, aunque sea mínima, puede influir decisivamente en la percepción del comprador. Desde pintar azulejos hasta cambiar los sanitarios o apostar por materiales más nobles, cada detalle suma. “Son determinantes para un cliente a la hora de valorar si una vivienda está para entrar a vivir o no”.

Las ventanas, el detalle invisible que lo cambia todo

Un aspecto que a menudo pasa desapercibido, pero que según Saz puede elevar notablemente el valor del inmueble, es el cambio de ventanas. Apostar por carpinterías de calidad, con doble o triple acristalamiento y rotura de puente térmico, no solo mejora el aislamiento, sino que lanza un mensaje claro al comprador: aquí se ha reformado con mimo.

“Una reforma con ventanas de calidad siempre nos va a dar la sensación de que estamos ante una reforma cuidada”.

Reformar para vivir o invertir. Ya sea para alquilar, vender o disfrutar personalmente de la vivienda, Edu Saz lo deja claro: reformar bien es invertir con inteligencia. Y en ese sentido, la distribución y el diseño son herramientas tan poderosas como invisibles a simple vista, pero determinantes en el precio final.