El prestigioso cirujano plástico Iván Mañero ha protagonizado una de las intervenciones más comentadas en RAW Podcast al analizar el presente y pasado de la sanidad española. Según el doctor, España ha contado con una de las mejores sanidades del mundo “a nivel humano”, gracias al altísimo nivel de exigencia que se impone a quienes aspiran a ser médicos.
“España ha tenido probablemente una de las mejores sanidades del mundo a nivel humano. ¿Por qué? Porque convertimos a los médicos en la élite del país y luego aceptan condiciones de casi esclavos”, aseguró.
El camino para llegar a ser médico en España
Mañero explicó que la formación médica en España es una de las más duras y competitivas de Europa. Solo los estudiantes con las mejores calificaciones en Bachillerato y Selectividad logran acceder a la carrera de Medicina, donde las notas de corte rondan el 14 sobre 14.
Estudiantes de Medicina conversan en uno de los pasillos de la facultad
A ello se suman los seis años de carrera universitaria, donde la exigencia académica hace que muchos aspirantes se queden en el camino y acaben derivando a otras ramas de la salud.
Pero el verdadero filtro llega con el examen MIR, que selecciona a los mejores entre decenas de miles de aspirantes. “Cuando yo me presenté, se presentaban 28.000 médicos y solo había 1.000 plazas”, recordó Mañero.
Examen MIR
Una élite con sueldos precarios y jornadas maratonianas. El cirujano denunció que, tras superar uno de los procesos más duros del sistema educativo, los médicos aceptan condiciones laborales que considera indignas:
- Durante los años de residencia, salarios de 900 euros mensuales.
- Una vez terminada la especialidad, sueldos de alrededor de 2.000 euros.
- Jornadas laborales que incluyen guardias de 24 horas, sin cotización de esas horas extra.
Captura de vídeo
“Esa élite ha aceptado ser casi esclavos. Hacen en un día y medio lo que en otros trabajos se hace en una semana”, lamentó.
Excelencia profesional, sacrificio personal
Para Mañero, es precisamente esa combinación entre exigencia académica extrema y sacrificio laboral lo que ha permitido que la sanidad española sea reconocida internacionalmente. Sin embargo, advierte de que esta situación no es sostenible en el tiempo sin una mejora real de las condiciones de los profesionales sanitarios.
