Es uno de los hackers más perseguidos de la historia y explica el modus operandi de los grandes ciberdelincuentes: “Si te dedicas al cibercrimen durante mucho tiempo, pierdes tu agudeza”
Ciberdelincuencia
Vyacheslav Penchukov, alias 'Tank', líder de algunas de las bandas más potentes del cibercrimen mundial, revela desde prisión cómo operaban los grupos que robaron millones con malware y ransomware
Hacker irrumpe en servidores corporativos desde su cuarto oscuro
Durante más de 15 años, fue uno de los ciberdelincuentes más buscados del planeta. Vyacheslav Penchukov, alias Tank, pasó casi una década en la lista de los más perseguidos del FBI, lideró dos organizaciones criminales clave en la historia del malware bancario y dejó miles de víctimas en todo el mundo. Hoy, recluido en el Centro Correccional de Englewood (Colorado), ha concedido su primera entrevista en exclusiva para la serie Cyber Hack: Evil Corp, de la BBC.
Vestido con el uniforme de prisión pero todavía con ese carisma que, según él mismo, lo ayudó a ascender en el hampa digital, Penchukov bromea sobre su situación: “No lo suficiente; estoy en la cárcel”, responde cuando le preguntan si es inteligente. Sin embargo, su relato revela la estructura, los hábitos y la mentalidad de quienes se encuentran detrás de algunas de las operaciones de cibercrimen más lucrativas de las últimas dos décadas.
Un líder criminal que no destacó por su técnica, sino por su carisma
Penchukov insiste en que su ascenso en el mundo hacker no vino motivado por la habilidad técnica de otros líderes, sino por su capacidad para conectar con la gente. “Soy un tipo simpático, hago amigos fácilmente”, afirma.
Hacker
Ese carisma, sumado a contactos influyentes, le permitió evadir durante años a las fuerzas de seguridad. Pero también lo llevó a la cúspide de grupos como Jabber Zeus, responsables del robo de millones mediante el malware bancario Zeus, y posteriormente al entorno de bandas de ransomware vinculadas al grupo ruso Evil Corp.
Los orígenes de 'Tank'
De videojuegos a malware. Penchukov comenzó su carrera en foros de trucos para videojuegos como FIFA 99 o Counter-Strike, donde buscaba “cheats”. Desde allí dio el salto al hackeo real, hasta liderar una oficina completa en el centro de Donetsk donde él y su grupo trabajaban seis o siete horas al día… para robar dinero a empresas, ayuntamientos o incluso organizaciones benéficas.
Por las noches, se convertía en DJ Slava Rich, pinchando música en clubes de la ciudad. Eran tiempos de “dinero fácil”, relata: los bancos no estaban preparados, la policía iba por detrás y el malware Zeus revolucionó la forma de robar.
Imagen del videojuego 'Counter-Strike: Global Offensive'
De robar a pequeños negocios al gran salto del ransomware. Entre 2018 y 2022, Tank dio un giro hacia un negocio aún más lucrativo: el ransomware. Bandas asociadas a Evil Corp perpetraron ataques contra grandes corporaciones e incluso un hospital. Apenas en Reino Unido, la versión inicial de su grupo dejó más de 600 víctimas y pérdidas superiores a 4 millones de libras en solo tres meses.
Según Penchukov, cuanto más tiempo se dedica uno al cibercrimen, más difícil es mantenerse alerta: “Si te dedicas al cibercrimen durante mucho tiempo, pierdes tu agudeza”, confiesa.
Una operación internacional y un Audi S8
La caída. Su primera banda cayó gracias a la operación Trident Breach del FBI, que interceptó sus conversaciones en Jabber. La policía descubrió su identidad por detalles que él mismo compartió sobre el nacimiento de su hija.
Aun así, logró huir. Según cuenta, escapó porque recibió un aviso… y porque conducía un Audi S8 con motor Lamborghini de 500 caballos: “Me salté el semáforo en rojo y los dejé atrás fácilmente”.
Pero la persecución continuó. En 2022, una operación coordinada en Suiza terminó con su arresto. “Había francotiradores en el tejado… me tiraron al suelo, me esposaron y me pusieron una bolsa en la cabeza delante de mis hijos”, recuerda con resentimiento.
Detención de un hombre
Una vida entre cerrojos, idiomas y títulos académicos
Hoy, en la prisión de baja seguridad de Englewood, Penchukov dice que aprovecha el tiempo para estudiar francés, mejorar su inglés y obtener títulos de bachillerato. Asegura que quiere rehacer su vida, aunque no se muestra arrepentido por su pasado.
Lo que sí admite es que, cuando crees que ya lo sabes todo, es cuando caes: “Pensé que me había librado de todo, pero entonces me di cuenta de que tenía un nuevo problema”, recuerda sobre el momento en que vio su rostro en la lista de los más buscados del FBI.