Will Atherton, entrenador canino: “No es malo que tu perro esté contigo en el sofá si no tiene problemas importantes de comportamiento, pero hay que establecer unas normas”

Visto en TikTok

El experto británico en adiestramiento canino explica cuándo es recomendable dejar que las mascotas suban a los muebles y cuáles son las reglas básicas que deben cumplir.

Will Atherton con su perro

Will Atherton con su perro

@iamwillatherton / TikTok

El eterno debate entre los dueños de mascotas es si deben dejar que sus perros se suban al sofá o incluso a la cama. Para algunos, compartir este espacio con su animal de compañía es sinónimo de cercanía y afecto. Para otros, supone un problema de higiene o de disciplina. 

El entrenador canino Will Atherton, conocido por sus vídeos virales en redes sociales, ha querido aclarar esta cuestión con un mensaje claro: la decisión depende del dueño, pero con normas bien definidas.

Captura de vídeo

Captura de vídeo

@iamwillatherton / TikTok

¿Es bueno que los perros suban al sofá?

En un vídeo compartido en TikTok, Atherton señala que no existe un único criterio válido para todos los hogares. Sin embargo, insiste en que la clave está en el comportamiento del perro: “Si no tienes problemas importantes de conducta con tu perro, entonces creo que puedes dejarle subir al sofá si lo deseas. Pero si no quieres que lo haga, también está bien”.

Un perro sobre un sofá lleno de pelos

Un perro llena el sofá de pelos

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Permiso sí, acceso libre no. El experto subraya que el error más común es permitir a los perros subir y bajar del sofá a su antojo. Para Atherton, este gesto puede reflejar falta de disciplina y derivar en problemas de convivencia. En su lugar, recomienda enseñar al animal a esperar con calma una señal clara de su dueño.

“Deben esperar con buenos modales, sentados, mirándote para recibir tu indicación. Cuando les dices ‘arriba’, entonces pueden subir y disfrutar del momento de mimos”, explica.

Un perro subiendo al sofá por las escaleras

Un perro subiendo al sofá por las escaleras.

Getty Images/iStockphoto

De igual forma, destaca que la obediencia debe mantenerse también al bajarse del mueble. “Es igual de importante que sea fácil pedirles que se bajen. Si no obedecen esa orden, puede ser un indicio de un problema de control más amplio”, advierte.

El sofá como parte de la educación

Para Atherton, lo importante no es tanto el sofá en sí, sino lo que representa en términos de convivencia. Un perro equilibrado, que no presenta agresividad ni nerviosismo excesivo, puede disfrutar perfectamente de ese espacio junto a su dueño siempre que entienda que lo hace bajo permiso.

En resumen, permitir que un perro comparta el sofá no es perjudicial siempre que exista un entrenamiento consistente y normas claras. La decisión final, como recalca Atherton, depende enteramente del propietario y del tipo de relación que quiera mantener con su mascota.

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