En los últimos años, vestir a las mascotas, especialmente a los perros, se ha convertido en una tendencia cada vez más visible en redes sociales, escaparates y calles de las grandes ciudades. Abrigos, chubasqueros, vestidos e incluso accesorios de temporada transforman a muchos animales en pequeños modelos urbanos. Sin embargo, esta práctica, aparentemente inofensiva y adorable para algunos, también despierta un fuerte rechazo entre quienes la consideran un gesto frívolo e incluso perjudicial.
La veterinaria María Sanz, en uno de los vídeos de su canal de TikTok, ha querido defender a los que deciden proteger a sus mascotas: “Como todo en esta vida, hay que echarle un poco de sentido común”, empieza diciendo.
Abrigo para perros
“Independientemente de la raza, nunca juzgues, porque interfieren más factores”
Argumentos en contra. La experta ha empezado enumerando los argumentos que esgrimen los que critican esta práctica: “Muchos critican esta práctica diciendo que son animales, que son duros, que ellos aguantan el frío, que el pelo les protege y les termorregula, que en la naturaleza no lo necesitarían, y que es una estupidez ponerles un abriguito”, afirma imitando las voces críticas.
Perro abrigado
Razas. María explica que todo puede depender de la raza de perro de la que estemos hablando: “Hay razas más preparadas para el frío o que incluso han nacido para ello”, comenta haciendo referencia al husky o al samoyedo. Sin embargo hay otro tipo de razas que no están preparadas para el frío: “Algunas tienen la piel superfina y no tienen el pelo ni tan largo, ni tan grueso, ni tan tupido, ni tienen doble manto”, comenta pensando en todas las situaciones.
Reflexión. La veterinaria pide que, antes de juzgar a las personas negativamente, tengamos en cuenta todas las posibles situaciones: “Puede que ese perro sea super viejito y ya no termorregule bien, que esté enfermo, que tenga el sistema inmune débil y que haya que abrigarle. Independientemente de la raza, nunca juzgues, porque interfieren más factores”, termina diciendo. Según un artículo de Phys.org, la zona de temperatura neutra (TNZ) para muchos perros —es decir, el rango en el que pueden mantener su temperatura corporal sin gastar energía extra temblando o jadeando— se sitúa aproximadamente entre 20 °C y 30 °C.

