En una época en la que la infancia está cada vez más ligada a las pantallas, la historia de Jaume, un niño de 9 años que vive sin móviles ni tabletas, ha sorprendido a todos. Su testimonio, compartido en el programa Vostè Primer de RAC1, ha cautivado a la audiencia con su forma de entender la vida, su conexión con la naturaleza y su firme determinación de ser pastor cuando sea mayor.
Una infancia lejos de la tecnología
En plena naturaleza. Jaume no es un niño como los demás. Mientras muchos de sus compañeros de generación pasan horas frente a dispositivos electrónicos, él acompaña a diario a un rebaño de 600 ovejas por los campos de Manlleu, en Cataluña. Su rutina comienza temprano en la mañana y sigue los ritmos de la naturaleza, ajustándose a la fatiga de los animales y a la presencia de posibles depredadores.
El necesario pastoreo de las ovejas en el área de Barcelona
“No tenemos ni tablet ni ordenador porque no los necesitamos. Siempre jugamos fuera”, explica con la naturalidad de quien ha crecido entre montañas y aire puro. Esta conexión con el entorno no solo le ha enseñado el valor del trabajo, sino que también le ha convertido en un niño observador, apasionado por la fauna y la ciencia.
El lobo, un miedo real en su día a día. Uno de los momentos que más sorprendió al presentador Marc Giró durante la conversación fue cuando Jaume mencionó su único temor: los lobos. A diferencia de muchos niños de su edad, para él este animal no es un personaje de cuento, sino una amenaza real. En Rupit, una localidad cercana, se ha detectado la presencia de lobos que pueden recorrer hasta 70 kilómetros en una sola noche, lo que supone un peligro para su rebaño.
Lejos de asustarse, Jaume habla del tema con seriedad y conocimiento, demostrando que su vida en el campo le ha hecho madurar de una manera diferente a la mayoría de los niños de su edad.
Un lector apasionado
Curiosidad infinita. Además de su amor por la naturaleza, Jaume también es un ávido lector. En su casa no hay videojuegos ni redes sociales, pero sí muchos libros de ciencia y naturaleza, que devora con entusiasmo. Su última adquisición fue una cámara de trampeo, un regalo del tió de Nadal (conocida tradición catalana), que le permite capturar imágenes de los animales que pasan por el bosque.
Lejos de las tendencias tecnológicas que dominan la infancia actual, Jaume ha encontrado en la lectura y en la observación del mundo su propia ventana al conocimiento.
Captura de vídeo
“Quiero ser pastor, pase lo que pase”
Cuando se le pregunta por su futuro, Jaume no tiene dudas: quiere ser pastor. No sueña con ser astronauta ni futbolista; su pasión está en la tierra, en el contacto con los animales y en la vida sencilla pero plena que le ha enseñado el campo. “En la vida nunca se sabe qué llegarás a ser, pero yo intentaré ser pagès sea como sea”, afirma con determinación.
Vía 'Vostè Primer' de RAC1