En una época en la que el bienestar emocional parece estar directamente relacionado con una vida llena de momentos felices, el psicólogo y divulgador Farid Dieck ha lanzado una reflexión que ha calado hondo en redes sociales: “No me convence la idea de que todo lo que hagamos deba girar en torno a la felicidad”, afirma en uno de sus vídeos más virales en TikTok.
La afirmación no es gratuita. Para Dieck, esta obsesión con ser felices todo el tiempo está teniendo consecuencias negativas en cómo enfrentamos nuestras emociones más incómodas. Citando al sociólogo australiano Hugh Mackay, sostiene que esta búsqueda incesante por el placer y la alegría ha “enfermado a las sociedades occidentales”.
El tabú del dolor
En su análisis, el psicólogo denuncia que nos han enseñado a temer el dolor y a huir de la tristeza, cuando en realidad estos estados forman parte esencial de la vida y del proceso de madurez emocional. “Nos recomiendan que antes de dormir pensemos en lo que nos hizo felices hoy, pero, ¿y lo demás? ¿No hay aprendizaje en lo que dolió o nos frustró?”, se pregunta Dieck.

Captura de vídeo
La clave, según su visión, no está en evitar el sufrimiento a toda costa, sino en aprender a detenerse y escucharlo. “Siempre decimos que el dolor nos puede hacer crecer, pero en cuanto lo sentimos queremos deshacernos de él lo más rápido posible”, reflexiona.
Completud, no perfección. Para Farid Dieck, la alternativa a esta falsa felicidad perpetua es un concepto más amplio y realista: la completud. Es decir, aceptar todas las emociones humanas —las agradables y las dolorosas— como parte del mismo proceso vital.

Mujer que siente tristeza
“Tal vez el objetivo no sea perseguir un estado perpetuo de felicidad, porque eso es imposible, sino buscar completud”, explica el psicólogo, subrayando que somos mucho más que nuestras emociones positivas: también somos tristeza, frustración, fracaso y vulnerabilidad.
Esta idea conecta con corrientes actuales dentro de la psicología que promueven la aceptación emocional como vía para el bienestar auténtico. En lugar de negar o suprimir lo que nos hace daño, proponen observarlo, entenderlo y permitirnos sentirlo.

Frustración
Un cambio de perspectiva necesario
El mensaje de Dieck ha resonado especialmente entre los jóvenes, quienes cada vez más denuncian la presión de mostrar una vida perfecta en redes sociales. Frente a ese modelo artificial de éxito y alegría constantes, el psicólogo propone otra forma de vernos: más compasiva, más honesta y mucho más humana.
“Quizás, en vez de apresurarnos a salir del dolor, deberíamos detenernos a escucharlo”, concluye en su vídeo.
Una reflexión necesaria en tiempos donde la felicidad se ha convertido en una exigencia más que en un estado genuino. Tal vez, como propone Farid Dieck, aceptar lo incómodo no sea resignación, sino el primer paso hacia una vida más plena y auténtica.