Álvaro Bilbao, neuropsicólogo: “Preocuparse mucho por las cosas puede ser un síntoma de salud mental frágil, es un rasgo obsesivo”

Visto en TikTok 

El experto en neuropsicología infantil reflexiona sobre cómo la obsesión por el orden y el control puede esconder inseguridades emocionales más profundas.

Captura de vídeo

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@soyalvarobilbao / TikTok

En un vídeo reciente publicado en TikTok, el neuropsicólogo Álvaro Bilbao ha lanzado una advertencia que ha hecho reflexionar a miles de padres y madres: la preocupación excesiva por el orden y los objetos no es una virtud inofensiva, sino un posible síntoma de salud mental frágil. “Las personas con una buena salud mental se preocupan más por las personas que por las cosas”, explica el experto.

La escena que da pie a esta reflexión es cotidiana: un niño, Hugo, mancha una mesa con pintura. La reacción inmediata es de enfado: “¡Eso sí que no!”. Pero ahí entra Bilbao con una perspectiva diferente. “Es un rasgo obsesivo”, dice con claridad. “Tendemos a dar mucha importancia al orden y los objetos y a angustiarnos por cosas que realmente son irrelevantes”.

El orden como refugio emocional

Álvaro Bilbao señala que esta necesidad de tener todo bajo control muchas veces esconde un mecanismo emocional aprendido en la infancia. “Posiblemente alguien en tu familia se ponía muy nervioso con el desorden y el orden te hace sentir seguro”, comenta en su diálogo. Según el neuropsicólogo, este patrón se repite con frecuencia en adultos que, sin darse cuenta, han asociado el orden con la seguridad emocional.

Captura de vídeo

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@soyalvarobilbao / TikTok

Y aunque pueda parecer una característica inofensiva o incluso positiva, Bilbao recuerda que no lo es tanto cuando condiciona nuestras reacciones ante los hijos. “No es disfrutar cuando todo está ordenado; es un alivio que se experimenta porque todo está bajo control”.

Reeducar desde la calma. En lugar de reprender duramente a los niños por errores pequeños como una mancha de pintura, Álvaro Bilbao propone transformar esos momentos en oportunidades educativas: “Esa mancha en la mesa puede ser una gran oportunidad para sentarte con tu hijo y enseñarle que puedes disfrutar de la vida”.

Un padre jugando con su hijo.

Un padre jugando con su hijo.

Getty Images

Para el experto, este tipo de situaciones permite mostrar al niño que no necesita hacerlo todo perfecto para ser querido, que se puede reparar un error sin dramatismo y que, por encima de todo, él es más importante que cualquier objeto. “Le estarás enseñando también que puede reparar sus errores, que no tiene que tenerlo todo controlado y lo más importante de todo: que él es más importante para ti que esa mesa”.

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Padre e hijo 

Un mensaje con impacto emocional y educativo. El enfoque de Bilbao conecta con muchas familias que buscan una crianza más consciente y menos rígida. Su mensaje —tan empático como directo— invita a los adultos a reflexionar sobre sus propios automatismos emocionales y a dar paso a una relación con los hijos basada en la calma, la comprensión y el afecto.

En un mundo donde el perfeccionismo y el control se han convertido en valores implícitos del día a día, el recordatorio de Álvaro Bilbao se vuelve más necesario que nunca: si queremos educar con amor, primero debemos aprender a soltar lo que realmente no importa.

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