La muerte de José “Pepe” Mujica ha dejado un vacío entre quienes admiraban su estilo de vida austero, su discurso directo y su sabiduría serena. Expresidente de Uruguay, exguerrillero tupamaro, preso político durante más de una década y uno de los líderes más carismáticos de América Latina, Mujica siempre defendió una vida con valores, coherencia y lucha por los ideales.
Uno de sus mensajes más recordados ha vuelto a circular en redes tras conocerse su fallecimiento. En un breve pero impactante vídeo en TikTok, Mujica ofrece una lección que ahora cobra un sentido aún más profundo: “Se puede caer y volverse a levantar, y siempre vale la pena volver a empezar una y mil veces mientras uno esté vivo. Ese es el mensaje más grande de la vida”.
Luchar, siempre
Mujica sabía de fracasos, derrotas, cárceles, pérdidas. Pero también sabía de segundas oportunidades. Su vida fue una constante reconstrucción, lo que convierte estas palabras en una enseñanza de valor universal: “Derrotados son los que dejan de luchar, y dejar de luchar es dejar de soñar”, sentenció.
Este pensamiento, sencillo pero poderoso, resume su filosofía: la dignidad está en no rendirse, en resistir y en soñar a pesar de todo. Para el exmandatario, vivir era sinónimo de buscar sentido y no resignarse, incluso en los momentos más duros.
El expresidente uruguayo José Mujica en Montevideo en octubre del 2020
Una vida que fue ejemplo. José Mujica fue presidente de Uruguay entre 2010 y 2015, y su estilo rompió todos los moldes del poder tradicional. Vivía en una humilde chacra en las afueras de Montevideo, donaba gran parte de su sueldo y se desplazaba en un viejo Volkswagen Beetle. Su autenticidad le valió el respeto de muchos más allá de ideologías.
Su discurso en la ONU, su defensa del medioambiente y sus constantes llamados a vivir con menos para ser más libres, consolidaron su figura como una de las voces más lúcidas y humanas de la política contemporánea.
El expresidente de Uruguay José Mujica habla durante una entrevista con EFE, el 22 de abril de 2024, en Montevideo (Uruguay)
Un legado de humanidad y coraje
Hoy, con su partida, queda su palabra. Y entre todas ellas, quizás esta última reflexión sea una de las más necesarias para los tiempos que corren.
“Siempre vale la pena volver a empezar. Una y mil veces, mientras uno esté vivo”.
Es una invitación a no rendirse, a reconstruirse tras cada caída, y a entender que el verdadero fracaso no es caer, sino dejar de levantarse.
