¿Y si el amor no entrara solo por los ojos, sino también por la nariz? Carla, bióloga y antropóloga forense, ha dejado claro en un vídeo viral de TikTok que el olor corporal puede ser un factor decisivo a la hora de enamorarnos. “Sí, es cierto que podemos enamorarnos de alguien solo por su olor”, asegura, abriendo un fascinante debate sobre la influencia del olfato en nuestras decisiones emocionales y biológicas.
Y no lo dice por intuición, sino respaldada por un clásico experimento científico que, aún hoy, sigue dando que hablar.
¿Cómo huele el amor?
El experimento de las camisetas. En 1995, un equipo de investigadores pidió a 44 hombres que vistieran camisetas blancas limpias durante 48 horas sin usar desodorante ni perfumes. Una vez impregnadas con su olor natural, 49 mujeres voluntarias las olieron y evaluaron cuál les resultaba más atractiva.

Captura de vídeo
El resultado fue claro: las mujeres se sentían más atraídas por los olores de los hombres cuyo sistema inmune —concretamente el MHC (complejo mayor de histocompatibilidad)— era genéticamente más distinto al suyo.
¿Por qué nos atraen los genéticamente diferentes? “El MHC es un conjunto de genes que regula la respuesta inmune. Las mujeres preferían a aquellos hombres que tenían un MHC más separado genéticamente del suyo”, explica Carla. Este mecanismo, lejos de ser aleatorio, responde a una lógica evolutiva: cuanto más diferente sea el sistema inmune de la pareja, mayores probabilidades tiene su descendencia de ser resistente a enfermedades.

Mujer aplicándose desodorante
No se trata de un proceso consciente: el cuerpo reacciona de forma natural. Nuestro cerebro parece tener una especie de radar biológico que detecta inconscientemente quién podría ser un buen compañero genético.
Una atracción que va más allá de lo visual
Aunque solemos pensar que la atracción está ligada a la apariencia física, este tipo de estudios demuestra que el olfato desempeña un papel clave en nuestras decisiones amorosas. No se trata simplemente de “oler bien”, sino de cómo el olor corporal refleja nuestra genética.

Oliendo fragancia
Carla lanza la pregunta a sus seguidores: “¿Qué creéis, que el olor de una persona puede hacernos percibirla como más atractiva?” La respuesta, según la ciencia, parece ser afirmativa.
El amor también se huele. Más allá del romanticismo, el amor tiene una base biológica sorprendente. El olor, ese sentido que a menudo pasa desapercibido, puede ser uno de los ingredientes más poderosos —y primitivos— de la atracción humana. Así que la próxima vez que sientas una conexión instantánea con alguien, tal vez tu nariz haya tenido mucho que ver.