El síndrome del pantalón apretado es una condición poco conocida pero cada vez más frecuente, resultado directo de priorizar la imagen por encima del confort. Se refiere a la compresión de un nervio en la zona de la ingle o el muslo, provocada por el uso constante de pantalones excesivamente ajustados.
Manuel Viso es experto en emergencias y en primeros auxilios. En uno de sus últimos vídeos ha hablado de este peculiar síndrome que poca gente conoce: “Los vaqueros apretados podrían estar saboteando tu salud”, empieza diciendo.
Pantalones vaqueros
“Tu cuerpo no necesita sufrir para sentirse bien”
Dolor. Sus síntomas pueden incluir hormigueo, ardor, entumecimiento o dolor en la parte externa del muslo. Aunque suele ser reversible, el malestar puede convertirse en un recordatorio incómodo de que lo que vestimos también impacta nuestra salud: “Tiene lugar una compresión del nervio cutáneo femoral lateral. Te deja la pierna frita”, señala.
Hinchazón, acidez y tripa dura después de comer. El doctor afirma que muchas veces asociamos esta sensación a la comida, pero su origen podría estar en los pantalones ajustados que llevamos: “Los vaqueros están apretando tu abdomen como una croqueta, de forma que el contenido del estómago refluye hacia el esófago, con acidez, digestiones pesadas e hinchazón abdominal”, señala.
Pantalones vaqueros.
Respiración. Algunas personas tienden a respirar con dificultad al llevar este tipo de pantalones: “Es normal porque tu diafragma se ha puesto en huelga, provocando que realices respiraciones más superficiales, que son más rápidas y menos eficientes”, comenta.
Infecciones, roces y picores. El doctor Viso afirma que los vaqueros no son tan amigos de nuestra zona íntima como creemos. Puedes aumentar tu riesgo de sufrir candidiasis, foliculitis y cistitis por culpa del abusar del os pantalones vaqueros.
Recomendación. El especialista recomienda utilizar vaqueros elásticos y de corte más cómodo como los 'mom jeans', que es un término de argot para los jeans/vaqueros de tiro alto que originalmente estaban de moda a finales de los 80 y principios de los 90. Viso termina mandando un mensaje que tiene como objetivo concienciar: “Tu cuerpo no necesita sufrir para sentirse bien. La moda pasa, pero la salud es para toda la vida”, recuerda.

