¿Alguna vez te has preguntado por qué hay personas que parecen sentirse cómodas en medio del caos? ¿Por qué algunas sabotean relaciones estables o se aburren cuando todo va bien? Para la neuropsicóloga Begoña del Campo, la respuesta está en la infancia.
En uno de sus vídeos en TikTok, la especialista explica que muchas personas no buscan el caos de forma consciente, sino que su sistema nervioso lo reconoce como su zona de confort emocional porque “lo aprendieron así”.
Cuando la calma era una amenaza
“Hay gente que solo se siente viva cuando hay caos. No porque lo quiera de una manera voluntaria, sino porque es que lo aprendió así”, afirma la experta.
Captura de vídeo
Según Begoña del Campo, crecer en un entorno donde “la calma era el silencio antes del grito” o donde el descanso era sinónimo de vulnerabilidad, condiciona profundamente la forma en la que una persona entiende la estabilidad en la vida adulta. En estos casos, el sistema nervioso se adapta al drama como si fuera el estado normal, y eso puede llevar a sabotear cualquier situación que huela a tranquilidad o bienestar.
”Te aburres de lo sano, desconfías de lo estable, saboteas lo que funciona”, explica la neuropsicóloga. Este patrón emocional, que muchas veces actúa de forma inconsciente, tiene consecuencias directas en las relaciones personales, en la vida laboral y en el bienestar emocional de quien lo padece. Se trata, en palabras de la experta, de una programación que puede ser reeducada, pero que antes debe ser reconocida.
Desesperación
Un ejercicio de observación y reprogramación emocional
Del Campo propone un reto de tres días para empezar a romper este ciclo: observar con atención qué parte de ti necesita el “ruido” para sentirse viva. Esa parte que se activa solo cuando hay drama, conflicto o desorden. “Escríbelo, abrázalo y empieza a enseñarle que la paz también es una forma de intensidad”, sugiere.
Este enfoque busca no juzgar esas emociones, sino comprender su origen y acompañarlas con compasión hacia una nueva forma de vivir: una que entienda la calma no como aburrimiento, sino como seguridad.
Disfruta de un momento de calma
La paz también puede ser intensa. El mensaje de Begoña del Campo no solo apunta al análisis psicológico, sino también a la transformación personal. Su propuesta invita a replantearse qué significa estar vivo y cómo construir una vida emocional más saludable desde la calma, sin necesidad de vivir en constante alerta.
Para muchos usuarios, sus palabras han sido un verdadero “clic” emocional. Porque entender que lo aprendido puede desaprenderse es, en sí mismo, una forma de sanar.
