Establecer límites con los hijos adolescentes es, probablemente, uno de los mayores desafíos de la crianza moderna. En esa etapa en que el hogar se convierte en campo de tensiones entre la necesidad de libertad y el deber de responsabilidad, los padres se ven obligados a equilibrar firmeza con empatía, y autoridad con escucha activa.
Alfonso Navarro es un psicólogo especializado en adolescentes que, a través de uno de sus vídeos más recientes en TikTok, ha explicado por qué los niños no hacen caso a los límite establecidos en casa y cómo podemos solucionarlo.

Discusión entre una madre y su hija
El primer paso es diferenciar entre una norma y un límite. Navarro explica que la norma es lo que no se puede hacer y el límite es lo que sucede si decides hacerlo: “La norma es la velocidad máxima permitida, mientras que el límite es la multa que te llega si te saltas esa norma”, comenta.
Los tres principales errores que cometen los padres
Poner muchas normas sin consecuencias claras. El experto habla de aquellos casos en los que los límites no se suelen cumplir.
Amenazar , pero no cumplir las consecuencias. Se da en los progenitores que tienen muchas normas, pero son cambiantes según las emociones.
Castigar de manera desproporcionada. Los adultos imponen un montón de castigos que son desproporcionados a la conducta: “Piensan que así van a aprender más”, explica el experto.

Adolescente triste en su habitación
¿Cómo logro que me hagan caso?
Claro y específico. Alfonso explica que el progenitor debe ser firme y preciso: “Para que tus límites funcionen, debes ser claro y específico. Por ejemplo, si la consecuencia al no ordenar tu cuarto es que no hay videojuegos, la consecuencia al no ordenar es que no hay videojuegos. Y fin”, detalla.
Los límites no son negociables. El progenitor debe ser firme pero eso no significa ser agresivo: “Si todo esto lo haces bien, verás como los límites se cumplen”, termina diciendo.