Vivir con la duda puede ser más doloroso que enfrentarse a la verdad. Y eso lo sabe bien María José Vicente, detective privada, que lleva años desvelando los secretos mejor guardados de parejas en crisis. En una reciente entrevista en La Tarda de Catalunya Radio, ha explicado con total naturalidad cómo funciona el mundo de las investigaciones por infidelidad y por qué, en la mayoría de los casos, quien contrata sus servicios ya sabe muy bien lo que busca.
“La gente se gasta muchos dinero en infidelidades. Cuando alguien contrata por una infidelidad, quiere ver la infidelidad, porque lo tiene bastante claro”, asegura María José.
Los gadgets que utiliza una detective
Lejos de lo que se suele ver en las películas, el trabajo de un detective privado no se basa solo en el instinto, sino también en la tecnología. Vicente detalla que utiliza distintos dispositivos con cámara oculta: relojes, botellas de agua, gafas, bolígrafos, llaveros e incluso mecheros. Además, destaca el uso de cámaras de vídeo con gran alcance de zoom: “A 200 metros te puede grabar, no hace falta estar al lado”.

Imagen de archivo
Uno de los riesgos del oficio es que te descubran, y ella admite que le ha pasado en alguna ocasión. “Dos o tres veces me han pillado, y dos fueron por tema de infidelidad”, reconoce. En esos casos, explica, el problema suele venir del propio cliente: “Siempre ha sido porque el cliente ha hablado más de la cuenta”.

Captura de vídeo
Ventajas de ser mujer en un sector dominado por hombres. Ser mujer, explica, puede jugar a su favor en un entorno donde el camuflaje es clave. “Tiene muchas ventajas”, asegura. “No llamas tanto la atención, puedo estar dentro de un coche más horas sin que la gente sospeche. Si pasan y me ven, no se extrañan tanto. Para obtener información es una ventaja”.
Su testimonio muestra la complejidad emocional y técnica del trabajo de investigación privada. Las infidelidades siguen siendo uno de los principales motivos de contratación de detectives en España, y el testimonio de profesionales como María José Vicente aporta una mirada sincera y directa sobre este mundo muchas veces invisible.