En un mundo donde aún persisten brechas económicas de género, Natalia de Santiago, experta en finanzas personales y autora de libros como Invierte en ti, lanza una advertencia directa: “Las mujeres somos de media más pobres, tenemos menos educación financiera y eso hace que tomemos peores decisiones”.
Así lo expresó en el podcast Tenía la duda, presentado por Judith Tiral, en un episodio en el que se abordaron temas como el ahorro, la inversión y el vínculo emocional que las mujeres han construido históricamente con el dinero.
El foco en el amor... y no en el dinero
Todo empieza con una reflexión de una amiga de Tiral: “Las mujeres siempre hemos puesto el foco en el amor y los hombres lo ponen en su carrera, en sus sueños”. A partir de esa frase, Natalia de Santiago desarrolló un análisis que apunta a una raíz estructural: la educación financiera ha sido históricamente más inaccesible para las mujeres, lo que las sitúa en una posición de desventaja económica.
Natalia de Santiago, escritora y experta en finanzas empeñada en hacer la educación financiera más accesible.
“El nivel de educación financiera está relacionado con tu bienestar financiero a corto, medio y largo plazo. Y las mujeres tenemos menos”, señaló. “Eso hace que nos sintamos más inseguras, que participemos menos… y encima somos más prudentes”.
Mujeres más prudentes, hombres más lanzados. De Santiago explicó que, frente al riesgo, las mujeres tienden a verlo “en negativo”, mientras que muchos hombres lo interpretan como una oportunidad. “Ellos, aunque a veces lo hagan un poco a lo loco, participan. Y como de media lo normal es ganar, acaban obteniendo beneficios”.
NATALIA SANTIAGO, EXPERTA EN FINANZAS Y AUTORA DE LA SAGA PARA PÚBLICO JUVENIL ” MONEY ACADEMY ”
Esto, según la experta, tiene una lógica de base. La mayoría de inversiones a largo plazo —por ejemplo, en empresas cotizadas como Amazon— tienden a ofrecer rentabilidad: “Lo normal es que estos ‘empresones’ ganen dinero, por lo tanto, sus inversores también”.
Educarse en finanzas, la inversión con menos riesgo. Lejos de recomendar apuestas arriesgadas, Natalia de Santiago apuesta por algo esencial: formación. “Si me dices cuál es la inversión con menos riesgo, te digo: educarte en finanzas”, afirmó.
Educación financiera
Este tipo de educación no solo mejora la capacidad de tomar decisiones informadas, sino que también aumenta la confianza para participar activamente en el mundo económico: desde planificar una pensión hasta tomar decisiones sobre ahorros o fondos de inversión.
Romper la brecha desde el conocimiento
La conversación también puso sobre la mesa el reto de cerrar la brecha financiera de género. Para de Santiago, parte de la solución pasa por acabar con los estereotipos culturales que históricamente han relegado a las mujeres al ámbito afectivo, dejándoles menos espacio para el desarrollo económico.
“Tenemos que dejar de pensar que hablar de dinero es egoísta o superficial. No lo es. Hablar de dinero es hablar de libertad”, ha afirmado en otras ocasiones.
