El verano no solo transforma el paisaje y el ritmo de vida. También modifica nuestros hábitos alimentarios. A medida que suben las temperaturas, el cuerpo pide otra cosa: platos más frescos, ligeros y fáciles de digerir. Donde antes había guisos, ahora hay ensaladas; donde había sopas calientes, aparecen gazpachos y frutas jugosas.
Alessio di Gennaro es un nutricionista que, a través de su canal de Instagram, ha hablado de los cuatro platos que nunca deberían faltar en nuestra nevera durante los meses más calurosos del año: “Es importante optar por alimentos disponibles en cualquier supermercado, de elaboración sencilla y que permitan mantener el bienestar diario, aunque tengamos poco tiempo para cocinar”, empieza diciendo. El profesional recomienda alimentos que fomentan la hidratación, la saciedad controlada, el equilibrio de nutrientes y la facilidad de consumo en cualquier lugar.

Macedonia de frutas
Recomendaciones para los meses más calurosos del año
Macedonia de frutas. Más que un simple postre, la macedonia representa una solución refrescante, nutritiva y práctica para combatir las altas temperaturas. El experto subraya que, además de aportar una gran cantidad de agua, vitaminas, minerales y antioxidantes, la macedonia contribuye a mantener una correcta hidratación, algo fundamental en los días calurosos, cuando el cuerpo pierde líquidos con mayor facilidad. Lo más recomendable es prepararla en casa, apostando por una mezcla cromática: frutas de distintos colores que aseguren una diversidad de nutrientes. Sandía, melón, kiwi, mango, fresas, melocotón o arándanos son algunas de las opciones más completas. Cuanto más colorida, más rica en beneficios.

Tzatziki con helado de yogur
Salsa Tzatziki. Originaria de Grecia, esta crema a base de yogur natural, pepino, ajo, aceite de oliva y hierbas frescas destaca no solo por su sabor, sino también por su valor nutricional. Di Gennaro la considera una opción ideal para el verano porque es rica en probióticos, si se elabora con yogur con cultivos vivos, lo que favorece la salud intestinal, además de ser muy baja en calorías y altamente hidratante.

Receta de Hummus de Garbanzos
Hummus de garbanzos. Esta crema de garbanzos de origen oriental se ha convertido en un básico saludable para quienes buscan alimentación ligera, nutritiva y sin complicaciones durante los meses de calor. El hummus es una fuente excelente de proteína vegetal, fibra, hierro y grasas saludables, cualidades que lo hacen saciante pero sin resultar pesado, algo esencial cuando las altas temperaturas reducen el apetito. Di Gennaro lo define como una preparación estratégica: fácil de hacer, accesible, y lista para acompañar desde crudités hasta tostadas o ensaladas.
Helado casero. En lugar de recurrir a las versiones industriales cargadas de azúcares y grasas saturadas, apostar por el helado casero es una alternativa refrescante, nutritiva y mucho más equilibrada: “Preparar helado en casa te permite controlar los ingredientes, ajustar el dulzor y aportar verdaderos beneficios nutricionales”, explica Di Gennaro. Su propuesta es sencilla: fruta congelada como base, yogur o bebida vegetal para dar cremosidad, y opcionalmente un toque de miel o dátiles como endulzante natural. Todo ello, triturado hasta obtener una textura suave y lista para servir o congelar. Para el experto, tener helado casero en la nevera: “No es solo un antojo permitido, sino una forma inteligente de hidratarse, cuidar la microbiota intestinal (si se usa yogur con probióticos) y calmar el apetito entre horas sin culpa. Es un game changer”, termina diciendo.