Las redes sociales han cambiado nuestra forma de informarnos, entretenernos y comunicarnos. Sin embargo, no todo son ventajas. El enfermero y divulgador Jorge Ángel ha explicado en un vídeo los efectos que tiene el consumo constante de vídeos cortos —como los de TikTok, Reels o Shorts— sobre el cerebro humano.
Su advertencia es clara: ver este tipo de contenidos de manera continua afecta a la memoria, la concentración e incluso al descanso.
Una adolescente ve un vídeo de TikTok antes de dormir
Un contenido demasiado efímero
Según Jorge Ángel, los vídeos breves son tan rápidos que apenas dejan espacio para la concentración. “Es un contenido tan efímero, tan rápido, que al final no te da tiempo a concentrarte. ¿Y qué pasa? Que la memoria se desentrena, porque sí, la memoria también se entrena”, explica.
El divulgador compara este fenómeno con el regreso a clases tras las vacaciones de verano: al inicio cuesta más memorizar porque la mente ha perdido práctica.
Jorge Ángel, enfermero
El riesgo de adicción y la dopamina. El consumo constante de vídeos cortos activa el circuito de recompensa del cerebro. Cada vez que vemos uno, segregamos dopamina y queremos más. El algoritmo, además, refuerza ese patrón al mostrarnos exactamente lo que nos interesa.
El resultado: “Estás en el baño, ha pasado una hora entera deslizando vídeo, vídeo, vídeo... O antes de dormir y dices tú: no me he enterado”, comenta Jorge Ángel.
Una joven utilizando el teléfono móvil desde un lavabo
Consecuencias físicas y emocionales. El especialista recuerda que no solo se resiente la memoria. También aparecen otros efectos colaterales:
- Fatiga ocular, derivada del uso excesivo de pantallas.
- Cansancio al día siguiente, por dedicar horas de sueño al consumo de vídeos.
- Nomofobia, un tipo de ansiedad asociada a la necesidad constante de tener el teléfono móvil en la mano.
Una llamada a la moderación
La reflexión de Jorge Ángel sirve como advertencia en un momento en el que el formato corto es el rey del entretenimiento digital. Aunque no demoniza el uso de redes sociales, insiste en la importancia de moderar su consumo para evitar que el cerebro pierda capacidad de atención y memoria a largo plazo.
