En un contexto en el que cada vez más personas buscan opciones para rentabilizar su dinero, los fondos de inversión se han convertido en una de las alternativas más populares. Sin embargo, no todos funcionan de la misma manera ni implican el mismo nivel de riesgo. El asesor financiero David Forcada lo explicó recientemente en un vídeo en su perfil de TikTok, donde detalló las principales categorías que todo inversor debería conocer.
Fondos de gestión activa y pasiva
La primera gran diferencia está en el tipo de gestión. Según Forcada:
- Fondos de gestión activa: el gestor selecciona de manera consciente qué acciones o activos incluir en la cartera, buscando superar al mercado.
- Fondos de gestión pasiva o indexados: replican de forma automática un índice, como el S&P 500, comprando las mismas compañías que lo componen. En este caso, el gestor apenas interviene.
Captura de vídeo
Fondos de acumulación y distribución
Más allá de la gestión, también existen diferencias en cómo se manejan los dividendos o intereses:
- Fondos de acumulación (A, C, F): los beneficios se reinvierten en el propio fondo, lo que permite incrementar el valor de la inversión.
- Fondos de distribución (dist): reparten periódicamente a los inversores los dividendos o intereses generados.
Fondos de inversión
Según el destino de la inversión
Otro criterio importante es dónde invierten los fondos. Aquí las opciones se amplían, aunque Forcada resume los principales grupos en cuatro categorías.
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- Fondos monetarios: invierten en depósitos y letras del tesoro. Tienen un riesgo muy bajo y una rentabilidad limitada, en torno al 2%.
- Fondos de renta fija: incluyen distintas tipologías de deuda pública o corporativa, con mayor estabilidad pero también con riesgos asociados a los tipos de interés.
- Fondos de renta variable: invierten en acciones de empresas, que pueden ser grandes o pequeñas, de diferentes sectores o regiones geográficas. Son más volátiles, pero ofrecen mayor potencial de rentabilidad.
- Inversiones alternativas: engloban productos más complejos o especializados que no encajan en las categorías anteriores.
Un esquema claro para el inversor. Forcada concluye que, aunque las clasificaciones pueden ser numerosas, cualquier inversión puede encajarse en alguno de estos cuatro grandes bloques. Conocerlos permite a los ahorradores identificar qué tipo de fondo se adapta mejor a sus objetivos y a su tolerancia al riesgo.
