¿Por qué a veces cuanto más buscamos amor, más parece alejarse de nosotros? El escritor y experto en desarrollo personal Álex Rovira ha abordado esta paradoja en uno de sus últimos vídeos en TikTok, en el que reflexiona sobre la exigencia emocional y sus consecuencias en las relaciones humanas.
Según Rovira, todos en algún momento hemos conocido —o incluso sido— esa persona que transmite la necesidad urgente de ser querida. “Personas que parecen llevar un cartel invisible que dice por favor, quiéreme y que paradójicamente consiguen el efecto contrario”, explica.
La paradoja del amor exigido
El autor señala que cuando una persona se relaciona desde la escasez emocional, cada gesto, palabra o conversación se convierten en un examen constante en busca de validación. Ese estado de alerta, que responde a la carencia, provoca que los demás perciban la necesidad como una carga en lugar de como un vínculo natural.
Álex Rovira
“Los seres humanos tenemos un radar social muy afinado para detectar la desesperación afectiva. Y en lugar de acercarnos, tendemos a dar un paso atrás”, apunta Rovira. De este modo, cuanto más se exige el amor, más difícil resulta recibirlo, generándose un círculo vicioso de rechazo y mayor necesidad.
Amor de pareja
El amor no se mendiga, se atrae. Rovira recuerda que el amor genuino florece en la libertad y no en la obligación. Cuando alguien siente que debe estar a nuestro lado para salvarnos de la soledad, esa responsabilidad se transforma en una carga pesada.
“El amor no se mendiga, se atrae. Y se atrae desde un lugar de abundancia interna, desde la capacidad de estar bien con uno mismo”, afirma. Para él, la clave está en cultivar la relación más importante de todas: la relación con nosotros mismos.
No se trata de narcisismo ni de egoísmo, sino de construir una base emocional sólida que permita relacionarse sin ansiedad ni desesperación.
El amor maduro, según Erich Fromm
Para ilustrar su reflexión, Rovira recupera una de las frases más célebres del filósofo y psicoanalista Erich Fromm: “Es muy distinto decir: te necesito, luego te amo, que decir: te amo, luego te necesito”.
Álex Rovira, empresario, escritor y conferenciante
La primera expresión refleja un amor inmaduro basado en la dependencia; la segunda, en cambio, describe el amor adulto y maduro, que nace de la libertad y del genuino reconocimiento del otro.
Una lección de desarrollo personal. El mensaje de Álex Rovira es meridiano: solo cuando dejamos de perseguir el amor como si fuera un salvavidas en medio de la tormenta, surge la posibilidad de construir vínculos auténticos basados en la curiosidad, la paz y la generosidad.
La paradoja, concluye, se resuelve al comprender que el amor no se consigue, se crea. Y ese espacio solo existe cuando dos personas eligen estar juntas, no porque lo necesiten, sino porque lo desean.
