El primer año de Medicina representa para muchos estudiantes un choque frontal con la dureza real de una carrera que exige disciplina absoluta, jornadas maratonianas de estudio y una capacidad de adaptación que pocos habían puesto a prueba antes. La combinación de un temario abrumador, evaluaciones continuas y la presión de demostrar vocación desde el primer día convierte este periodo en una etapa decisiva, donde se forja la resistencia mental que acompañará al futuro médico durante toda su vida profesional.
Alba Periago es una estudiante de primero de Medina que, a través de su cuenta de TikTok, ha mostrado cómo es un sábado cualquiera en su vida. La joven dedica prácticamente toda la jornada a los estudios, con un total de nueve horas y veinte minutos de trabajo: “Me lo paso bien, por eso estudio tanto”, empieza diciendo. El secreto de Alba no es otro que disfrutar del proceso de aprendizaje.
Tu futuro laboral está en tu mano.
Rutina de estudio durante el fin de semana
Mañana. Alba se levantó a las 8:19 de la mañana para estudiar Historia de la Medicina. Una de las cosas que más ha destacado es la gran cantidad de luz que entraba por su ventana y lo mucho que aprende con esta materia: “Estoy tan feliz, de verdad amo esta asignatura porque se entiende todo tan bien”, explica. A lo largo de la mañana solo se detiene para desayunar entre las 10:45 y las 11. La joven cuenta que para las 13h ya había conseguido memorizar la mitad del temario.
Tarde. Después de comer decidió estudiar Bioquímica hasta las 17:30. Lejos de descansar, el motivo del parón ha sido ayudar a su hermano con los deberes de inglés y a una amiga que tenía problemas con la asignatura de filosofía.
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Descanso. Tras finalizar el estudio, Alba ha tenido tiempo de dar clases de piano y salir un ratito, demostrando que el ocio y las responsabilidades son compatibles si uno logra organizarse.
Noche. A las 19h de la tarde decidió retomar los apuntes de anatomía: “Le he estado dando un ratito a anatomía. La verdad es que es super guay y voy a continuar porque me encanta”, explica.
Biblioteca, libros sobre mesa y fondo para estudiar.
Estudio. El estudio “Motivación académica y autoeficacia percibida y su relación con el rendimiento académico en los estudiantes universitarios de la enseñanza a distancia” analizó a 8.655 estudiantes universitarios en modalidad a distancia para examinar cómo la motivación intrínseca, la motivación extrínseca y la autoeficacia percibida influyen en el rendimiento académico. Los resultados mostraron que la autoeficacia y la motivación intrínseca se asocian positivamente con mejores calificaciones, mientras que la motivación extrínseca no siempre tiene un efecto significativo e incluso puede relacionarse de manera negativa en algunos contextos. El estudio concluye que creer en la propia capacidad y sentir interés genuino por el aprendizaje son factores clave para el éxito académico en la educación superior, especialmente en entornos que requieren autonomía y autogestión del estudio.
Una joven estudiando
Compañerismo. La joven ha afirmado que va a subir todos sus apuntes de la carrera de medicina, junto con los de bachillerato y selectividad, para que otros puedan descargarlos de manera gratuita. Esta vocación y altruismo es compartido por muchos de los jóvenes de la 'Generación Z'.
Socializar. Alba tiene claro que también es importante dedicarse a la vida social: “Al final la vida no solo es estudiar y hay que hacer muchas más cosas, entre ellas socializar y salir a cenar. Es sábado y he estudiado nueve horas y veinte minutos. No sé, es que me lo paso bien, por eso estudio tanto, simplemente porque disfruto”, termina diciendo. A veces sorprende admitirlo, pero cuando uno disfruta de lo que hace, las horas dejan de ser una carga y se convierten en una elección natural, casi en un refugio donde la motivación pesa más que el reloj.

