El debate sobre las dificultades de emprender en España vuelve de manera recurrente entre autónomos y pequeños empresarios, quienes señalan la elevada carga fiscal, la burocracia compleja y la escasa tradición de cultura emprendedora como obstáculos principales. Estas barreras, según sus experiencias, no solo ralentizan la creación de negocios, sino que también afectan la viabilidad y la motivación de quienes buscan innovar o consolidarse en el mercado. La discusión refleja un reto estructural: mejorar las condiciones para que el emprendimiento deje de ser una aventura arriesgada y se convierta en una opción más accesible y sostenible para los ciudadanos.
Borja Vázquez es cofundador y presidente de Scalpers. Durante su reciente intervención en el podcast 'El sillón by Patiño', el empresario se ha mostrado contrario a esta idea. Concretamente ha afirmado que la falta de emprendimiento en nuestro país se debe más a una falta de iniciativa que a condiciones estructurales.
Los jóvenes emprendedores suelen combinar fuentes de financiación y aliarse con otros jóvenes para afrontar el reto de emprender.
“La falta de emprendimiento en el país responde más a la ausencia de iniciativa que a condiciones estructurales”
Primeros pasos. Borja cuenta que su primer negocio fue un tren de lavado de coches. Dos años después de abrirlo tuvo que cerrar para buscar otras opciones. Terminó fundando Scalpers, una firma de moda que prevé facturar 300 millones de euros en España.
Ayudas. El empresario defiende que no estrictamente necesario depender de recibir ayudas públicas para emprender con éxito. Sostiene que lo esencial es la determinación personal, aunque admitió que algunos sectores tienen más limitaciones económicas que otros.
Joven emprendedora de un restaurante
Actitud. En su opinión, lo que acaba siendo más determinante es la voluntad de intentarlo y asumir el riesgo inicial. La motivación, la resiliencia y la audacia de dar el primer paso suelen pesar más que los obstáculos formales, convirtiendo la voluntad de emprender en el factor decisivo que separa a quienes consolidan un proyecto de quienes lo abandonan antes de empezar. Este enfoque subraya que, más allá de las condiciones externas, el impulso personal sigue siendo el motor principal del emprendimiento.
Otras voces. Pablo Recuenco, cofundador de Morrison, advierte que emprender requiere un “fuego interior” real: “no todo el mundo está preparado para emprender”, asegura, poniendo el acento en la resiliencia personal y la capacidad de asumir incertidumbre como claves más allá del contexto.
Una joven haciendo cálculos
Estudio. Estudios académicos sobre emprendimiento respaldan esta visión, mostrando que más allá de las condiciones económicas o burocráticas, existen cualidades personales que marcan la diferencia entre quienes logran consolidar un proyecto y quienes abandonan antes de empezar. Investigaciones compiladas por economistas destacan que la propensión al riesgo, la autonomía, la creatividad y la capacidad de tomar decisiones bajo incertidumbre son rasgos recurrentes entre emprendedores exitosos. Además, factores como la resiliencia emocional, la motivación intrínseca y la flexibilidad para adaptarse a cambios del mercado también se asocian con mayores probabilidades de éxito.
Datos. Según el informe GEM España 2023, únicamente el 6 % de los adultos intentó emprender en el último año, un dato que refleja la limitada penetración de la actividad emprendedora en el país. Entre las barreras percibidas, el miedo al fracaso se destaca como la más significativa, superando obstáculos como la falta de financiación o la burocracia. Este dato subraya cómo, más allá de factores estructurales, la percepción personal y la disposición a asumir riesgos juegan un papel crucial en la decisión de iniciar un proyecto, reforzando la idea de que la voluntad y la confianza en uno mismo son determinantes para la actividad emprendedora.

