La muerte de Robe Iniesta, fundador y voz de Extremoduro, ha provocado una ola de reacciones en todo el país. Su figura, marcada por una trayectoria única y un pensamiento libre de filtros, vuelve a ponerse en primer plano a raíz de unas reflexiones recuperadas del documental Todos somos estrellas, donde el músico hablaba sin tapujos sobre la industria musical, la fama y el valor real del arte.
En una de las declaraciones más comentadas, Robe decía con la claridad que siempre le caracterizó: “Que le gustes a mucha gente no quiere decir nada, porque la mayoría de la gente es idiota.” Una frase fiel a su forma de entender la música: sincera, tajante y completamente ajena a las expectativas del éxito masivo.
FOTO ALEX GARCIA CONCIERTO DE ROBE INIESTA EN EL PALAU SANT JORDI 2021/11/27
Un homenaje involuntario a su visión del arte
En el documental, Robe reflexiona sobre la idea de medir la calidad musical por el número de seguidores o ventas. Lo cuestiona de raíz con un ejemplo que desmonta cualquier argumento comercial: “Entonces, ¿qué grupos serían los mejores? ¿Las canciones del verano? ¿Qué sería, la música clásica una puta mierda? Yo no lo creo”.
Para él, la grandeza artística nunca tuvo que ver con cifras, sino con honestidad, riesgo y profundidad. Una postura que mantuvo durante toda su carrera y que se convirtió en parte esencial de su legado.
Su admiración por Tabletom y Rockberto
Una lección de humildad. Otro momento destacado de su intervención es cuando recuerda cómo conoció al mítico grupo malagueño Tabletom y a su vocalista Rockberto, figura de culto dentro del rock estatal.
Robe relataba que llegó a su música “como todo el mundo que le conozca, yendo a Málaga”, donde sus amigos no dejaban de escuchar el disco Inoxidable. De aquella etapa recuerda tardes enteras poniendo el álbum “pa' atrás y pa'lante” y la fascinación por un grupo que consideraba auténtico, sin importar que no fueran masivos.
Robe Iniesta en la rueda de prensa de despedida de Extremoduro
Incluso reconocía con humor la inseguridad que sintió al colaborar con Rockberto: “Era como facilísimo quedar como un gilipollas, ¿no? Este tío con ese carisma, con esa voz... Y tú cantando ahí con él”. Una reflexión que, vista hoy, muestra el respeto profundo con el que Robe trataba la música y a quienes admiraba.
Una filosofía de vida. El documental intercala sus palabras con la cita de Antonio Machado: “Solo el necio confunde valor y precio”. Una frase que encaja de forma casi profética en la manera que tenía Robe de leer el mundo: anteponer lo esencial a lo visible, lo profundo a lo ruidoso.
El cantante Roberto Iniesta, 'Robe', durante un concierto en el Auditorio Miguel Ríos, a 25 de mayo de 2024, en Rivas-Vaciamadrid, Madrid
Adiós al “último gran humanista” del rock español
El anuncio de su muerte lo definió como “último gran filósofo, último gran humanista y literato contemporáneo de lengua hispana”. Palabras que, lejos de la exageración, reflejan la influencia que Robe ha tenido en generaciones enteras.
Su legado abarca más de tres décadas de discos que marcaron un antes y un después, además de su carrera en solitario y su incursión literaria con El viaje íntimo de la locura. Robe vivió rápido, pensó despacio y escribió siempre desde el filo. Su muerte, a los 63 años, deja huérfano un pedazo irreemplazable del rock español.
