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Dagmar, jubilada de 69 años con más de 48 años cotizados: “Me ha quedado una pensión de 2.200 euros, pero tengo que seguir trabajando”

JUBILACIÓN

A pesar de hacer trabajado casi medio siglo, debe de seguir trabajando a tiempo parcial porque los gastos fijos consumen gran parte de su jubilación

Imagen de archivo de la pensión de una mujer jubilada 

Imagen de archivo de la pensión de una mujer jubilada 

Getty Images/iStockphoto

La situación de muchas personas jubiladas que no logran llegar a final de mes con su pensión se ha convertido en un problema social cada vez más visible. Para quienes dedicaron décadas al trabajo, la realidad de ajustar gastos básicos como alimentación, vivienda o medicinas resulta alarmante. La brecha entre el coste de la vida y el poder adquisitivo de los jubilados refleja una tensión estructural del sistema de pensiones y plantea preguntas sobre su sostenibilidad y equidad.

Dagmar es una jubilada de 69 años residente en Freising, Alemania. Después de una vida laboral sin contratiempos, se jubiló para poder disfrutar de una vida relajada pero pronto se encontró con una dura realidad: “Llevo jubilada cuatro años, pero mi dista mucho de ser tranquila. Mi pensión mensual es de 2.200 euros. No me alcanza para cubrir mis necesidades básicas y mantener mi nivel de vida”, relató en una entrevista que recoge 'Focus Online'.

Mujer jubilada controlando sus finanzas 
Mujer jubilada controlando sus finanzas Getty Images/iStockphoto

“No quiero dejar de ir al teatro ni de disfrutar de mis aficiones., aunque mi situación económica siga siendo complicada”

Gastos. La mujer alemana desglosa el total de gastos que tiene a lo largo del mes: “El alquiler y la electricidad me cuestan 845 euros, y el coche se lleva otros 600 euros. El seguro son 140 euros y los gastos de manutención, como la comida y los artículos del hogar, suman otros 590 euros”, explica en el citado medio. 

Regreso al mercado laboral. Con el fin de evitar caer en números rojos, Dagmar ha decidido volver a trabajar temporalmente en una empresa de administración de propiedades: “Gracias a mi trabajo a tiempo parcial, que me reporta una media de 475 euros al mes, solo me quedan 500 euros para ocio y ahorros”, calcula. 

Un hombre trabajando después de haberse jubilado
Un hombre trabajando después de haberse jubiladoGetty

Resignada. La anciana reconoce que, incluso con los ingresos de su trabajo temporal, debe medir mucho sus gastos de ocio: “Sin el trabajo a tiempo parcial, a mis 69 años no me quedaría nada para vivir. Incluso las vacaciones son un lujo excepcional para mi. Un máximo de cinco días es posible, y luego ya está”, afirma descontenta. Dagmar lamenta el sistema que la sociedad ha impuesto para personas como ella: “Es realmente horrible. He trabajado 48 años y ahora tengo que seguir trabajando. Creo que hay un grave desequilibrio”, cuenta frustrada. 

Pensiones. El caso de Dagmar refleja una tendencia de la que ha hablado la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB), que advierte que más del 70% de las mujeres y el 40% de hombres que se jubilaron en 2023 reciben menos de 1.200 euros al mes. La organización defiende que se necesitan cambios estructurales para revertir la situación: “Todos deberían estar obligados a cotizar al fondo de pensiones para mejorar lo que está pasando”, afirmaron en declaraciones oficiales. 

Pareja de jubilados, disfrutando de una mañana tranquila 
Pareja de jubilados, disfrutando de una mañana tranquila Getty Images/iStock Photo

Datos en España. En nuestro país, la pensión media de jubilación se sitúa actualmente en torno a 1.507 € al mes, según datos de la Seguridad Social, mientras que el coste de la vida y los precios de bienes básicos continúan en aumento. Esta brecha genera que muchos pensionistas tengan dificultades para cubrir gastos esenciales, especialmente en vivienda, alimentación y medicamentos, a pesar de contar con ingresos regulares. El contraste entre la pensión media y los precios refleja que, aunque las prestaciones han ido subiendo, no siempre alcanzan para mantener un nivel de vida cómodo, lo que obliga a numerosos jubilados a complementar sus ingresos o ajustar drásticamente su estilo de vida.

Futuro. Pese a las dificultades, la anciana no está dispuesta renunciar a su estilo de vida y a sus intereses culturales: “Planeo continuar en mi trabajo al menos dos años más. No quiero dejar de ir al teatro ni de disfrutar de mis aficiones., aunque mi situación económica siga siendo complicada”, termina diciendo. Esta postura pone de relieve la importancia de reconocer y apoyar la autonomía de los mayores, subrayando que incluso en situaciones económicas complicadas, la dignidad, los intereses personales y la pasión por la vida siguen siendo un motor fundamental.

Christian Jiménez

Christian Jiménez

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Redactor especializado en redes sociales, tecnología, tendencias virales y del mundo del entretenimiento