'Manifiesto criminal, quiero dejarlo pero no puedo, y otras novelas de la semana

Rincón negro

“Colson Whitehead es otro de esos tipos empeñados en hacer arrugar la nariz a todos aquellos que siguen tercos en negar lo evidente: el carácter literario del género, el negro en este caso, cuando hay una poética del talento detrás”

Manifiesto criminal

Manifiesto criminal

Manifiesto criminal
Colson Whitehead
(Random House)​

Quiero dejarlo pero no puedo

Colson Whitehead (Nueva York, 1969) es otro de esos tipos empeñados en hacer arrugar la nariz a todos aquellos que siguen tercos en negar lo evidente: el carácter literario del género, el negro en este caso, cuando hay una poética del talento detrás. Ya desde su primera novela, La intuicionista (2000), que fue finalista del PEN/Hemingway, Whitehead demostró jugar en esa liga. No en vano ha ganado ya dos Premios Pulitzer, algo solo al alcance de escritores como John Updike, William Faulkner y Book Tarkington. Una de sus novelas, Los chicos de la Nickel (2020) fue considerada una de las diez mejores novelas de la década según la revista Time, amén de su segundo Pulitzer.

Manifiesto criminal es su segunda pieza del tríptico sobre Harlem, después de El ritmo de Harlem y nos traslada a principios de la década de los setenta, en una ciudad cada vez más sucia y peligrosa, una flor a punto de reventar de violencia en las calles del barrio negro donde la guerra abierta entre el Ejército Negro de Liberación (escisión de Los Panteras Negras) y la policía estatal, corrupta, expeditiva y fuera de tiempo, se palpa. 

En ese barrio, Whitehead presenta a un maravilloso personaje: Ray Carney, que al frente de su negocio Muebles Carney y padre y marido de familia ejemplar si no fuera por una pasado de delincuente de poca monta. Un pasado que hace cuatro años abandonó para ser ciudadano negro ejemplar y empresario de éxito. Nada le hace volver a atravesar la línea de la delincuencia hasta que su hija le pide entradas para ver a los Jackson Five en el Madison Square Garden. Después de muchos fracasos, comete el error de pedírselas a un viejo contacto policial. Las entradas tienen un precio y ¿qué haría un padre por contentar a su hija?

David Torres 
(Reino de Cordelia)

Nieve negra

Nieve negra

Nieve negra

Otra novela en la que el protagonista, viejo conocido nuestro, Roberto Esteban, antiguo campeón europeo del peso medio, se ve obligado a volver a atravesar la raya de lo lumpen y violento que había dejado atrás. David Torres fue ganador del Hammett de la Semana Negra de Gijón con Niños de tiza, con Esteban también de protagonista.

/Rob Hart 
(ADN)

Asesinos anónimos

Asesinos anónimos

Asesinos anónimos

Otro que lo quiere dejar. Leyendo bien el planteamiento de Mike Herron y sus Caballos Lentos, aquí asistimos a una reunión de asesinos que se reúnen como los alcohólicos para tratar de solucionar su adicción. Quien habla del bebercio, habla de la violencia homicida.

Shamini Flint 
(AMOK)

Una repentina ola de asesinatos en Camboya

Una repentina ola de asesinatos en Camboya

Una repentina ola de asesinatos en Camboya

Cuarta entrega con Singh, policía sij de Singapur, a quien sus jefes se lo sacan de encima enviándolo como observador a Camboya, durante los juicios a los crímenes de Pol Pot. Y allí empiezan a sucederse una serie de asesinatos que no son sino ramificaciones de lo que sucedió en los campos de exterminio. Un viaje, un personaje, un pedazo de historia terrible servido como lectura fácil, sensata y con rigor.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...