El año pasado el cineasta alemán Edward Berger triunfó a lo grande con Sin novedad en el frente, cinta de Netflix ambientada en la I Guerra Mundial y basada en la novela de Erich Maria Remarque que logró cuatro premios Oscar. Ahora, el director cambia totalmente de registro con Cónclave, inspirada en el bestseller homónimo de Robert Harris, para trazar un intenso thriller político sobre los juegos de poder, los secretos, ambiciones y las conspiraciones que se cuecen en el seno del Vaticano tras la inesperada muerte del Papa y la responsabilidad que recae en los hombros del cardenal Lawrence (Ralph Fiennes) para elegir a un nuevo Pontífice. La película, de estreno en cines este viernes 20 de diciembre, optó a la Concha de Oro del Festival de San Sebastián y apunta a ser una de las favoritas en la temporada de premios. De momento, cuenta con once nominaciones a los Critics Choice y seis a los Globos de Oro.
¿Qué le llevó a aceptar este proyecto?
Soy un gran admirador de Tessa Ross y Peter Straughan, productora y guionista de la película. Y había leído muchos de los guiones de Peter. Es un escritor maravilloso y conmovedor. Porque nunca escribe sólo sobre la guerra, siempre hay una segunda capa en todo lo que hace. Y en este caso, describe no solo la guerra que se desata en el Vaticano tras la muerte del Papa sino la guerra interior del cardenal Lawrence, su lucha por encontrar un sentido a su vida y superar sus dudas. Ese es el verdadero núcleo de la historia. Por eso cuando recibí una llamada de Tessa hace unos cinco años, antes de Sin novedad en el frente, pensé en que trabajar con Peter y ella sería genial, un gran desafío.

Fotograma de la película
¿Qué le pareció la novela de Harris?
La leí después de leer el guion. No la conocía. Fuimos a visitarlo y hablamos sobre la película, sobre el libro y los cambios que queríamos hacer. Sobre todo respecto a la nacionalidad del personaje principal del libro, que es italiano. Estaba claro que teníamos que rodar la película en inglés y ese personaje no podría ser italiano, porque solo hablaría italiano. Entonces convencí a Robert de que deberíamos cambiar este personaje y que fuera británico porque teníamos a Ralph Fiennes.
¿Así que Ralph Fiennes siempre fue la primera opción?
Definitivamente. De repente una mañana me desperté y pensé que Ralph tenía que interpretar a Lawrence. Mientras estábamos desarrollando el guion, que nos llevó como dos años más o menos, nunca hablamos sobre quién debería interpretarlo. Pero tenía que ser el actor perfecto. Y pensé que debería ser él. A Tessa le pareció genial porque es un tipo al que puedes mirar detrás de sus ojos. No necesita hacer mucho. Puedes ver lo que está pensando. Nos toma de la mano y nos deja entrar en su cabeza. Y lo hace de forma maravillosa. Su papel es bastante silencioso. Se dedica sobre todo a observar mientras todos los demás están hablando. Necesitaba a alguien que fuera capaz de hacer eso.
La película detalla con precisión todo el ritual y la solemnidad del cónclave. ¿Cuál cree que es la relación entre el ritual y el poder?
Es una pregunta interesante. Creo que el ritual es obviamente muy antiguo, hace cientos de años que se creó. Si creas estos rituales y estas imágenes, creas misterio, cosas que no entendemos del todo y cosas que no podemos comprender del todo y, por tanto, también el poder. Es casi como crear un nimbo alrededor de la gente, un misterio alrededor de la gente con el ritual y la votación a puerta cerrada también es interesante. Entonces, en realidad la iglesia católica es muy consciente de las imágenes que crea y probablemente sean los maestros en la creación de imágenes que hacen que el público diga 'oh, esto es grande y esto es importante'. Y bueno, la película es un thriller, pero no se trata de una película religiosa. Se trata de ambición, de poder, y es muy impactante porque mucha gente diría, que estos cardenales son todos unos santos y no tienen secretos, pero todos tienen secretos.
No se trata de una película religiosa. Habla de ambición y de poder
Choca ver a los cardenales con el móvil y vapeando...
Quería que todos en la película fueran como nosotros. Me gusta la idea de mezclar lo arcaico, la iglesia, con la modernidad. Cuando muere el Papa lo colocan en una bolsa de plástico como el resto de mortales. Entonces, me pareció importante bajar a los Cardenales a la tierra para hacerlos identificables y hacernos entender que sucumbirán también a la ambición, el poder, la codicia, el sexo y todas esas cosas. Ellos tienen los mismos problemas que nosotros, no son santos. Y quería simplemente humanizar ese ambiente y, para ser honesto, que se pudiera relacionar con cualquier otra lucha de poder que tenga lugar en su periódico. Para mí, Cónclave es una historia no necesariamente sobre la iglesia, sino una historia universal sobre la compra de poder, mientras que, en el fondo, las dudas del personaje de Ralph realmente impulsan la trama de la película.

Un grupo de cardenales fumando en la película
Él sufre una gran crisis de fe, siempre está dudando y opina que la certeza es la enemiga de la tolerancia, en contraste con el cardenal Benítez, al que quiere apoyar.
Ese es realmente el discurso y el rasgo de la personalidad de Lawrence que me atrajo para hacer la película y que atrajo también a Ralph Fiennes. Porque precisamente yo dudo cada vez que tomo cualquier decisión en la vida o decido qué película hacer o dónde poner la cámara. Constantemente me cuestiono si es lo correcto, si debería hacer otra cosa. Y por eso creo que es un rasgo con el que todos podemos identificarnos. Estoy seguro de que en algún momento u otro de tu vida te preguntarás si tomaste las decisiones correctas y si aún puedes corregirlas. Creo que es una emoción muy identificable, muy humana y, de hecho, muy poderosa que aprendí a aceptar. Pero a veces es una maldición porque te hace buscar constantemente la respuesta correcta y no quedar satisfecho con la primera.
Yo dudo cada vez que tomo cualquier decisión
¿Está satisfecho con el resultado de la película?
Nunca estás satisfecho. Siempre quieres más. Creo que muchos cineastas nunca vuelven a ver sus películas porque ven todos los defectos. Piensas, 'Oh, podría haber hecho esto mejor. Ojalá hubiera hecho esto'. Y es por eso que haces la siguiente y piensas que entonces lo harás mejor. Por eso te esfuerzas constantemente para hacer una mejor película. Y jamás llegarás a hacer la película perfecta. Morirás antes de lograrlo.
Tanto en Sin novedad en el frente como en Cónclave hay un personaje principal que sirve de guía al espectador...
Puedo ver el viaje de la historia a través de ellos. La principal fuerza impulsora es una persona. Puedo poner la cámara, puedo contar esa historia a través de los ojos de una persona, en perspectiva. En Sin novedad era el joven personaje que encarnaba Felix Kammerer y en Cónclave es el cardenal que interpreta Ralph. Me gusta porque me da la oportunidad de colocar la cámara donde creo que captura mejor lo que Ralph siente en su estómago en un momento dado. Es una manera de que el espectador se identifique con esa persona y realmente me da la oportunidad de ponernos en su lugar. Además, ambos tienen en común un arco de liberación. En Cónclave, al cardenal Lawrence le mueve la duda, no sabe y eso le agobia. Y al final de la película hay una sensación, en cierto modo, de liberación. Y lo mismo con Felix. Pasa por experiencias terribles y su final es una liberación, está en paz.
Isabella Rossellini está maravillosa en su papel de monja, una figura que de cara al Cónclave parece invisible pero tal y como ella reivindica, tienen oídos y ojos para saber lo que ocurre.
Necesitaba a alguien que tuviera su presencia porque siempre está observando y es poco habladora. Al igual que las mujeres que están relegadas a ese papel en la Iglesia Católica. Se supone que deben servir, mirar, no deben hablar ni dar consejos. Ella asume un papel muy arcaico en la Iglesia Católica, muy patriarcal, y lo desempeña de la mejor manera. Pero quería centrarme también en ella y mostrar lo que está pensando, pese a que está siempre en segundo plano. Necesitaba a alguien con una presencia y un carisma maravillosos y enseguida me vino en mente Isabella. Fue un gran hallazgo para el papel.

Isabella Rossellini interpreta a la monja Agnes
Todo el mundo quiere trabajar con usted tras el éxito de Sin novedad en el frente. George Clooney quiere que dirija Ocean's 14. ¿Cómo se siente?
Es un cumplido muy bonito, pero lo principal es queme concentre en lo que sea adecuado para mi. Saber lo que realmente me motiva y que sea capaz de contar mi próxima historia. No quiero perder el enfoque. Tengo que seguir pensando en qué quiero hacer y eso es lo principal.
¿Se considera una persona religiosa?
Solo voy a la iglesia en Navidad y lamentablemente me aburro un poco. Voy por los niños, para que sigan la tradición y la conozcan. Pero me gusta ir porque tal vez sea un momento de contemplación. Por lo demás, creo que la humanidad está entrelazada con Dios. Creo que si no tuviéramos iglesias se perdería esa tradición. No habría historia y no habría un sentido de identidad. Cada uno tiene que elegir su lugar, en qué cree. Puedes creer en las películas si quieres, o en la iglesia. Pero es importante creer en algo.