Conmoción en Hollywood. El director y guionista de cine independiente Jeff Baena, de 47 años, fue hallado muerto el viernes en su domicilio de Los Ángeles. Según apuntan varios medios estadounidenses, se quitó la vida ahorcándose. Baena estaba casado con la popular actriz Aubrey Plaza (Parks and Recreation, The white lotus) con quien llevaba emparejado desde 2010 y trabajaron juntos en títulos como Amor zombie (2014), una comedia negra con tintes de terror estrenada en el festival de Sundance; Joshy (2016), sobre una despedida de soltero que sale mal, y En pecado (2017), otra comedia ambientada en un convento coprotagonizada por Dave Franco y Alison Brie. Tanto Amor zombie como En pecado concursaron en el festival de Sitges, “dos muy interesantes aproximaciones al fantástico desde la comedia”, según ha recordado en la plataforma X el director del certamen, Ángel Sala.
Igual que Plaza, Brie se convertiría en otra colaboradora habitual de sus filmes. Como actriz principal y coguionista del drama psicológico Horse girl, estrenado en 2020, y la comedia gastronómica Hazme girar (2022), de nuevo con Plaza en el elenco. Este sería su último trabajo de una filmografía breve y de culto marcada por el humor irreverente.

Baena y Aubrey Plaza en el estreno de 'The Little Hours' en Los Ángeles en 2017
Plaza y Baena volverían a colaborar juntos en Cinema Toast (2021), una serie experimental donde varios directores indie reeditaban películas clásicas que ya hubieran pasado al dominio público. Nacido el 29 de junio de 1977 en Miami, el director estudió en la universidad de Nueva York y se graduó en guion.
Posteriormente se trasladó a Hollywood donde dio sus primeros pasos como asistente de los reconocidos directores Robert Zemeckis y David O. Russell. En la gran pantalla firmó como coguionista de Extrañas coincidencias (2004), dirigida por O. Rusell y con un gran elenco de rostros conocidos que incluían a Dustin Hoffman, Mark Wahlberg, Jude Law y Naomi Watts.

Dane DeHaan y Aubrey Plaza en 'Amor zombie'
Desde principios de los 2000, fue una figura muy reputada de la esfera indie en el cine estadounidense, donde apostó por historias que combinaban humor absurdo, personajes desbordados y una mirada introspectiva sobre la vida.