La gran noche de 'Emilia Pérez' en los Globos de Oro

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La película dirigida por Jacques Audiard se lleva los premios de mejor comedia, mejor canción original, mejor actriz de reparto y mejor film de habla no inglesa

La gran noche de 'Emilia Pérez' en los Globos de Oro
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La gran noche de 'Emilia Pérez' en los Globos de Oro

Emilia Pérez, la película protagonizada por la española Karla Sofía Gascón, ganó la distinción de mejor comedia en los Globos de Oro, mientras que The brutalist se impuso como drama. Shogun y Hacks  triunfaron en series de televisión.

“Soy quien soy, no quien vosotros queréis que sea”. Estas fueron las palabras con las Gascón cerró la ceremonia de recogida de premios. Emilia Pérez, la película que ha encumbrado a la actriz (transgénero), se convirtió en la gran triunfadora de la noche con cuatro galardones, más que ningún otro título.

Los Globos de Oro consagran a 'The brutalist'

Junto a este film, se consagró The brutalist, obra dirigida por Brady Corbet que acaparó tres estatuillas. Shogun, retrato del Japón feudal, dominó en el terreno de producciones televisivas dramáticas con la distinción de mejor serie y otros tres premios, en tanto que Hacks ganó dos estatuillas como serie de comedia y Baby Reindeer se impuso en el apartado de miniseries.

La actriz y comediante Nikki Glaser condujo la velada, “la noche más grande de Ozempic”, con la exhibición de diez vestidos en tres horas largas de show y con bromas que no hirieron sensibilidades, evitando el camino tortuoso por el que se adentró Jo Koy el pasado año.

Ni Karla Sofía Gascón ni Javier Bardem lograron ganar en sus nominaciones

Fue una noche donde se cumplieron numerosas predicciones. Adrien Brody fue el mejor actor por The brutalist; Sebastian Stan como protagonista de comedia (Un hombre diferente); y Kieran Culkin como secundario por Un dolor real. Pero también hubo sonoras sorpresas. Flow, film de animación de bajo coste, se impuso a las súper producciones. Anora se fue de vacío, porque el premio al guion correspondió a Peter Straughan por Cónclave, y Wicked solo se llevó la estatuilla en la categoría de éxito en la taquilla.

Todos los expertos auguraban una disputa entre Nicole Kidman (Babygirl) y Angelina Jolie (Maria) por la mejor actriz dramática. Había una tapada: Fernanda Torres (Aún estoy aquí) se quedó pasmada al escuchar su nombre. Algo similar sucedió en la franja de comedia. Cynthia Erivo (Wicked) era la señalada por todos, aunque se daba un margen a Gascón. Pero ahí surgió la renacida Demi Moore (La sustancia), quien reconoció que se sentía fracasada y estaba dispuesta a renunciar a su oficio cuando recibió ese encargo.

La ceremonia en el Beverly Hilton Hotel de Los Angeles cumplió eso de que lo que bien empieza, bien acaba. El primer premio que se desveló, el de actriz secundaria de comedia, recayó en Zoe Saldaña, por su papel de abogada de la narco Emilia Pérez.

Apuntaba a gran noche, idea que se reforzó cuando el director de este film, Jacques Audiard, recogió la estatuilla a la producción en lengua no inglesa. Entonces se explayó con un discurso escrito en francés y la ayuda de una traductora. “No tengo hermanas, tal vez por eso he hecho esta película sobre una hermandad de mujeres. Si hubiera más hermanas, tal vez el mundo sería un lugar mejor”, dijo.

Tras sumar la distinción de mejor canción con El mal, (Trent Reznor y Atticus Ross le arrebataron el de banda sonora con Rivales) todo el elenco de Emilia Pérez subió al escenario más tarde para dar cuenta del galardón de clausura. Como Audiard confesó que ya había dicho todo lo que quería decir y no tenía nada preparado, cedió el micrófono a Gascón.

“La vida siempre se impone a la oscuridad. Pueden meternos en la cárcel, darnos palizas, pero nada de esto puede quitaros el alma, la identidad”, sostuvo con una contenida emoción.

The brutalist, un impresionante relato de tres horas y media (más 15 minutos de intermedio), corrió en paralelo. Además de mejor drama y actor protagonista, Corbet se llevó la distinción de mejor director. En su discurso, reivindicó “el derecho del director” a ser el que haga el montaje definitivo, “las películas no existen sin los cineastas”, y protestó por la actitud de la industria contra filmes largos como el suyo. “Decían que no se podía distribuir”, se lamentó.

Otra cima la alcanzó Shogun, que atesoró la máxima distinción de drama televisivo y añadió las recompensas de mejor actor, Hiroyuki Sanada; actriz, Anna Sawai; y el secundario Tadanobu Asano, categoría en la que estaba nominado Javier Bardem por su interpretación en los Monstruos, sobre el crimen de los hermanos Menéndez. Jean Smart obtuvo la estatuilla de mejor actriz de comedia por Hacks.

Entre tanto, la miniserie Baby Reindeer tuvo un segundo premio por la protagonista secundaria Jessica Gunning. La serie de comedia The Bear obtuvo la distinción una vez más de mejor actor para Jeremy Allen White, que no asistió a la gala.

En el palmarés figuran además la veterana Jodie Foster como protagonista de miniserie por su trabajo en True Detective: Noche polar, recompensa similar a la que le tocó a Colin Farrell por El pingüino, otra de las sorpresas de la noche.

En realidad, más allá de Emilia Pérez o de The brutalist, de Shogun o de Hacks, el gran ganador de la ceremonia, el nombre más repetido fue Netflix.

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