Después de que la bienal de arte Manifesta la descubriera para el gran público y provocara amplios debates sobre su futuro, éste acaba de despejarse. El Ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha anunciado esta tarde la adquisición por 7,2 millones de euros de la Casa Gomis, pieza clave de la arquitectura racionalista, ubicada en el paraje natural de La Ricarda en El Prat de Llobregat a escasa distancia del aeropuerto. Una vivienda de gran valor histórico-artístico que además fue un refugio cultural y centro de experimentación durante el franquismo por el que pasaron numerosos artistas, desde Tàpies y Miró a Merce Cunningham y John Cage.
Una vivienda construida entre 1957 y 1963 que fue diseñada por el arquitecto Antonio Bonet Castellana, alumno de Le Corbusier, para el matrimonio formado por el ingeniero y mecenas Ricardo Gomis e Inés Bertrand como residencia de verano y fines de semana y que desde la construcción de la tercera pista del Prat era inhabitable por el ruido. La familia la había conservado exquisitamente y organizaba visitas, pero dada su envergadura desde hace años avisaban de la necesidad de que se hiciera cargo una administración pública, que finalmente ha sido el Ministerio de Cultura.
Un aspecto de la Casa Gomis tras la presentación
Un Ministerio que ha querido dar una imagen de unidad entre administraciones invitando al anuncio de la compra tanto a la consellera de Cultura de la Generalitat, Sònia Hernández Almodóvar, como al alcalde del Prat, Lluís Mijoler, porque quieren imaginar el futuro centro cultural entre todas las instituciones. “Tenemos muy claro que la gestión y definición del proyecto la haremos de la mano las tres administraciones”, ha señalado Urtasun, Por ahora existía la oportunidad de compra a cargo de los presupuestos del año que se acaba de cerrar y no han querido dejarla escapar.
El Ministro de Cultura Ernest Urtasun junto a miembros de la familia Gomis Bertrand, el alcalde del Prat y la consellera de Cultura
Un Urtasun que no ha querido hacer hipótesis sobre los problemas que podría suponer una futura ampliación del adyacente aeropuerto del Prat, que podría dejar la casa rodeada -“por ahora no hay ningún proyecto sobre la mesa”- y sí remarcar que en todo caso a partir de ahora van a convertir la Casa Gomis “en un centro 100% público, un centro cultural abierto a toda la ciudadanía”. Con la compra del inmueble, ha señalado, el Ministerio garantiza la preservación del conjunto y su mantenimiento.
Hasta ahora la casa se podía visitar de manera puntual y recientemente ha formado parte de la oferta cultural de Manifesta 15, la bienal europea de arte nómada que este 2024 se celebró en Barcelona y su área metropolitana. Un evento que ha logrado situarla en la mira del gran público y que llevó a que el actual secretario de Estado de Cultura, Jordi Martí, propusiera en una tribuna en La Vanguardia que se convirtiera “en un centro de interpretación del parque natural del delta del Llobregat, un lugar ideal para conectar arte y naturaleza, para explorar nuevas posibilidades de relacionarnos con el planeta en plena emergencia climática”.
Interior de la Casa Gomis
El propio Urtasun ha avanzado que “otorgamos un grandísimo valor a que la importancia arquitectónica de esta casa venga también de su relación con el entorno y la naturaleza. La relación entre la cultura y el medio, la cultura y el cambio climático es uno de los grandísimos temas hoy en la agenda cultural y este es un espacio imprescindible para poder hacer este ejercicio de interpretación de cómo la cultura se interrelaciona con el medioambiente y en la lucha contra el cambio climático”.
Lo que es seguro por ahora es que tras su adquisición el espacio se convertirá en un centro cultural en el que se celebrarán encuentros y visitas guiadas y se trabajará para que tenga un papel destacado en la programación de Barcelona como Capital Mundial de la Arquitectura en 2026 y en el Congreso Mundial de la Unión Internacional de Arquitectos que también acogerá Barcelona el año próximo.
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Urtasun ha querido sobre todo agradecer a la familia la compra. “Nos lo ha puesto muy fácil, y quiero agradecerles que esté en un estado de conservación extremadamente bueno gracias a todos los esfuerzos que han hecho a lo largo de todos estos años”, ha asegurado. Una familia por parte de la cual ha hablado Inés Gomis, hija del matrimonio que la levantó, y que llegó a la casa, ha recordado, con una semana de vida. Gomis ha realizado un emocionado discurso con los mejores valores de la burguesía catalana ilustrada que ha comenzado con un “We had a dream, teníamos un sueño", y que ha confesado que no imaginaban otro camino que no fuera que la Casa Gomis acabara gestionada por las administraciones.
Una de las salas de la Casa Gomis
“Nuestros padres -ha proseguido Inés Gomis- nos educaron a los hermanos para comprender, primero, la apertura, la capacidad de discusión, en el sentido inglés de discusión, de aceptar lo que te dice el otro y tratar de comprenderlo. Y en la capacidad de recibir a cualquier persona que venía, no hacía falta preguntar por su ideología o pensamiento. Siempre la casa estaba abierta para todo el mundo. Para nosotros es muy importante que esta puerta abierta que hemos tenido desde nuestros padres y en nuestra generación continúe. Este es un lugar para recibir a todo el mundo, para mantener discusiones, para crecer, para hacer país y para incrementar la cultura que hemos tenido. Quiero dar las gracias a la administración porque esta es una forma de continuar con este legado”.
Exterior de la Casa Gomis, en el espacio natural de La Ricarda, junto al aeropuerto del Prat
Tras seis décadas de uso, el edificio se mantiene prácticamente intacto, conservando sus características originales, habiendo sido objeto de una cuidadosa restauración de las cubiertas y la carpintería exterior en 1997. Conserva también su mobiliario, diseñado en gran medida por el propio arquitecto, que está incluido en el expediente de declaración como parte de su historia. Además, fue declarada Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) en la categoría de Monumento Histórico por la Generalitat de Cataluña el 23 de marzo de 2021, la figura de más alta protección en el ordenamiento vigente en materia de patrimonio histórico en Cataluña.
Una perspectiva de la Casa Gomis
La Casa Gomis representa un ejemplo casi único de vivienda de la alta burguesía catalana de mediados del siglo XX y lugar de encuentro de intelectuales y artistas. Su estructura y organización, fruto de la colaboración del arquitecto Antonio Bonet con su cliente Ricardo Gomis, personaje comprometido con la vanguardia cultural catalana como miembro del Club 49, incorpora espacios para la vida cotidiana de la familia y del personal de servicio, junto con otros de uso polivalente para llevar a cabo reuniones o pequeños actos culturales, de modo que la casa fue uno de los lugares de encuentro de la cultura barcelonesa durante los años sesenta y permite entender la evolución de las culturas de vanguardia en Catalunya durante la segunda mitad del siglo XX.
