A Yrsa Sigurdardóttir (Reikiavik, 1963) no la paran por las calles de Islandia. Y podrían porque es una de las escritoras más leídas del país. “Tampoco tiene eso nada de especial, ya que aquí no hay escuelas privadas y, al final, todos hemos ido a las mismas guarderías y colegios. No somos tantos y nos conocemos como buenos vecinos”, explica la autora, que acaba de aterrizar en Barcelona, pues es una de las estrellas invitadas del festival BCNegra, que se celebra hasta el 16 de febrero.
Su nombre acostumbra a alternarse en los rankings literarios junto al de Ragnar Jónasson y al tótem Arnaldur Indridason, que abrió camino al resto en la novela negra y criminal, el género más leído del país. Algo que puede llamar a más de uno la atención, pues Islandia está considerado uno de los países más seguros del mundo. “Acostumbramos a tener unos dos asesinatos por año, aunque el año pasado subimos a siete. Espero que no vaya a más”.
“Disfrutas de la emoción de una buena novela negra sabiendo que estás a salvo”, opina Sólveig Pálsdóttir
Si lo que ocurre en su novela El grito (Destino) se basara en hechos reales, la media subiría notablemente, pues un asesino anda suelto cometiendo todo tipo de crímenes macabros. Una niña de siete años es testigo de uno de ellos y ahora es incapaz de hablar. Los protagonistas, el detective Huldar y la psicóloga infantil Freyja, deberán emprender una carrera contrarreloj para identificar al culpable antes de que siga matando impunemente. “Para escribir, busco inspiración en la prensa de diferentes países. Y, en este libro en concreto, también me baso en el proyecto Barnahus, también llamada ‘la casa de los niños’, que nació en nuestro país y que hace ya un tiempo que se expandió a otros. Es un modelo de atención donde todos los departamentos que intervienen en un caso de abuso sexual o violencia infantil se coordinan para atender al testigo o a la víctima menor de edad”.

La escritora islandesa Yrsa Sigurdardóttir, ayer, antes de su charla en BCNegra
El escritor Ragnar Jónasson (Reikiavik, 1976) conoce bien tanto el proyecto Barnahus como a la escritora que reivindica su importancia, Sigurdardóttir. Ambos tienen una muy buena relación y están detrás del festival Iceland Noir, que cada mes de noviembre, “la época más oscura del año”, trae autores de novela negra de todo el mundo. “Hasta Hillary Clinton se ha dejado ver por aquí”, recuerda Jónasson, que espera regresar pronto a Barcelona tras su paso este verano para promocionar La isla. Una muerte anunciada ( Seix Barral / Columna), ambientada en la isla deshabitada de Ellidaey.
“La orografía, la naturaleza y el clima de Islandia son una fuente fructífera de inspiración. Las musas para nuestro tipo de novelas llegan con la nieve y las tormentas, ya que obligan a encerrarte. En verano, en cambio, no abro el ordenador si no es necesario. Me gusta pasar el día en la calle y exprimir la luz al máximo”. En su caso, también le ayudan a recrearse las historias de Agatha Christie. “De ella aprendí la importancia de sorprender al lector y de elegir bien las ubicaciones”, admite Jónasson. Se considera tan fan de la escritora, que con 17 años se convirtió en su traductor oficial al islandés.

El escritor Ragnar Jónasson, el pasado mes de junio, en Barcelona
La editora Claudia Casanova, fundadora de Ático de los Libros junto a Joan Eloi Roca, celebra haber incorporado en su catálogo a otra autora islandesa que en los últimos tiempos ha ganado peso internacional: Eva Björg (Akranes, 1988). “La conocimos gracias a la agente de Stuart Turton, autor d e Las siete muertes de Evelyn Hardcastle (Ático de los Libros, 2018). Nos gustó comprobar que no es una escritora al uso y que tenía la voluntad de convertir Islandia en una protagonista más. Más concretamente, Akranes, el pueblo en el que nació, pues allí suceden gran parte de sus obras. Muchas tienen ese componente de traumas pasados e infantiles, y nos parecía interesante que estos aspectos los relacione con el lugar en el que ella pasó esa etapa”.
En castellano, Principal de los Libros ha traído a las librerías El crujido de las escaleras (2023) y Las chicas mentirosas (2024). Este último tiene como protagonista a una madre soltera de la que se ha perdido el rastro. Siete meses después, su cuerpo aparece en el área volcánica de Grábrók. La mujer nunca tuvo una buena relación con su hija adolescente y la Policía se pregunta si la muerte tendrá o no alguna relación. Björg explica a La Vanguardia por videollamada que la novela “la escribí poco después de dar a luz. La madre no se inspira en mí, pero me interesaba explorar los tabús que acostumbran a existir en las relaciones entre madres e hijas”.

El escritor islandés Arnaldur Indridason, uno de los tótems de la novela negra islandesa, también estará presente en el BCNegra
A Sólveig Pálsdóttir (Reikiavik, 1959) le encantaría estar traducida al castellano, y confía que “muy pronto” lo estará, pero hasta que no se cierren las negociaciones, prefiere no adelantar el sello. Imagina que lo primero que podría llegar es The fox (El zorro), tras su notable éxito en Reino Unido. “Lo de escribir me llegó a una edad tardía. Estaba convencida de que iba a firmar una novela romántica pero, a la que llevaba unos pocos capítulos, me di cuenta de que me aburría muchísimo. Decidí dar un giro de 180 grados a la trama y la cambié por completo. Gustó a lectores, a crítica y, especialmente, a mí, que disfruté como una niña del proceso”. La autora tiene una teoría sobre por qué las novelas policiales y criminales ambientadas en Islandia triunfan tanto dentro como fuera del país, más allá de por sus particulares paisajes. “Yo creo que si vives en una zona segura disfrutas de la emoción de una buena novela de este género sabiendo que estás a salvo de todo lo malo”.
Míriam Vall, editora de Jónasson y experta en novela negra, señala que “la moda de escribir sobre crímenes llegó mucho más tarde a Islandia que al resto de Europa, donde hubo un gran boom con Stieg Larsson y el fenómeno Millennium . Hasta hace unos años, ellos eran más dados a la poesía y a novelas de autoexploración que se alejaban de los círculos comerciales. Indridason lo cambió todo”. Desde RBA, su sello en español, aseguran que el autor “permitió dar un paso más allá en la novela negra nórdica, abriendo nuevos espacios más allá de Suecia, que incluyeron a la tranquila Islandia. El debate que hubo hace tiempo sobre si tenía o no sentido ambientar una serie policiaca en un país con un índice de criminalidad tan bajo hace años que está superado, como demuestran autores como Yrsa Sigurdardóttir o Ragnar Jónasson. Incluso hemos podido leer algún true crime islandés, como Sombras de Reikiavik , que se convirtió en un documental de Netflix”.
Si vives en una zona segura disfrutas de la emoción de una buena novela de este género sabiendo que estás a salvo de todo lo malo”
Los lectores podrán encontrarse con Arnaldur Indridason el próximo sábado a las 20 horas en el cine Mooby Bosque, donde hablará de la novela negra que nace en los climas gélidos. Hoy, miércoles, los protagonistas serán Helene Flood e Ian McGuire, que reflexionarán sobre la manipulación de la memoria (La Paloma, 17 h); el trío de autores Margaux Mazellier, Cédric Fabre y François Thomazeau, que hablarán sobre la Marsella más negra ( La Paloma, 19 h); y Dominique Manotti y Víctor del Árbol, que reivindicarán el género como herramienta para desenmascarar los mecanismos del poder (La Paloma, 20 h).