Hace 18.000 años, en una cueva perdida de Europa Central, un grupo de humanos se resguardaba del frío invierno perpetuo de la última Edad de Hielo. Pasaban el tiempo vigilando que no se apagara el fuego y buscando comida para sobrevivir. A estas actividades básica le sumaban otra más macabra: examinar y diseccionar los cuerpos de sus muertos.
Un equipo internacional de investigadores ha estado excavando en la caverna de Maszycka, en el sur de Polonia, para obtener nuevos conocimientos sobre los rituales funerarios de aquella sociedades prehistóricas. Sus análisis les han llevado a constatar que el canibalismo era una práctica habitual en el Paleolítico Superior Tardío.
Huesos humanos y herramientas de piedra
Hace más de 100 años, los arqueólogos comenzaron a descubrir huesos humanos entre herramientas de piedra y hueso junto a restos de animales cazados. Estos descubrimientos se asociaban a una sociedad conocida como Magdeleniense y que residió en la zona de la actual Francia hace entre 20.000 y 14.500 años.
Las excavaciones posteriores realizadas en la década de 1960 revelaron más restos humanos, de modo que se pudieron examinar un total de 63 huesos de diez individuos que datan de hace 18.000 años. Esta es una de las colecciones más importantes de restos humanos del Paleolítico Superior Tardío.

Herramientas decoradas hechas de hueso y cuerno
Ahora, según explican los especialistas en un artículo publicado en la revista Scientific Reports, se han utilizado métodos modernos para determinar que en hasta 36 de estos fragmentos de huesos había signos de que los individuos fueron disecados inmediatamente después de la muerte.
Las marcas de corte en partes de los cráneos encontrados en la cueva de Maszycka indican que las inserciones musculares y el cuero cabelludo fueron removidos antes de que los huesos largos fueran aplastados para llegar a la médula ósea.

Marcas de corte e impactos en los restos esqueléticos encontrados en la cueva
La manipulación de cadáveres humanos comenzó a ser algo común durante el Paleolítico Superior. Este comportamiento, bien documentado entre los pueblos magdalenienses, consistía en la manipulación poco después de la muerte (perimortem) y la extracción de tejidos blandos.
“La posición y la frecuencia de las señales, así como la trituración dirigida de los huesos, no dejan lugar a dudas de que su intención era extraer componentes nutritivos de los muertos”, afirma en un comunicado Francesc Marginedas, de l’Institu Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social y autor principal del estudio.
La teoría del canibalismo comenzó a circular a partir de investigaciones realizadas en este sitio de Polonia en la década de 1990. Pero trabajos más recientes cuestionaron esta hipótesis y propusieron que la selección de cráneos era simplemente una práctica funeraria.
Los Magdalenienses son conocidos por su impresionante arte, como las famosas pinturas rupestres de Lascaux. “La amplia gama de evidencias artísticas apunta a condiciones de vida favorables durante este período. Por lo tanto, parece poco probable que el canibalismo se practicara por necesidad”, dice el profesor Thomas Terberger de la Universidad de Göttingen.
Conflictos territoriales
Marginedas lo achaca a una época de conflictos territoriales. "Es posible que este fuera un ejemplo de canibalismo violento. Después de la última Edad de Hielo, hubo un crecimiento demográfico que pudo haber provocado enfrentamientos por los recursos y los territorios”, señala.
“Hay evidencia de casos aislados de canibalismo en relación con conflictos violentos. Además, se encontraron restos humanos mezclados con escombros de asentamientos en la cueva de Maszycka, lo que indica que los muertos no fueron tratados con respeto”, concluye el investigador catalán.