El exconseller de Cultura, Lluís Puig, acusado de un delito de desobediencia en relación con el caso de las obras de arte del Monasterio de Sijena (Huesca) no declarará en el juicio que comienza este jueves en la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) y que se alargará durante dos sesiones, hasta el viernes.
Así lo han informado fuentes judiciales, que han precisado que, aunque estaba previsto que declarara por videoconferencia desde Bélgica, donde reside, finalmente las autoridades del país no lo han autorizado.
Eran unas obras bien preservadas, expuestas a todos los públicos; ahora no sabemos dónde están ni cómo están
Sí ha comparecido su antecesor en el cargo, el exconseller de Cultura Santi Vila, si bien se ha acogido a su derecho a no declarar. Vila está citado como testigo, sin embargo, al estar acusado también por estos mismos hechos en un juzgado de lo penal de Barcelona -a diferencia de Puig él ya no es aforado-, el tribunal lo considera coacusado para eximirle de la obligación que tienen los testigos de decir la verdad.
La Fiscalía pide para Lluís Puig 11 meses de multa con una cuota diaria de 18 euros, que hace un total de 5.940 euros, e inhabilitación especial para cargo público por un periodo de dos años como autor de un delito de desobediencia y solicita que indemnicen conjunta y solidariamente a la Diputación General de Aragón.
Puig será juzgado por el TSJC por su condición de aforado -tiene en escaño en el Parlament por Junts a pesar de que reside en Bruselas- mientras que a Vila, que ahora no es aforado, lo enjuiciará un juzgado penal de Barcelona.

Políticos catalanes han apoyado este jueves al exconseller Lluís Puig antes del inicio del juicio en el TSJC
En un vídeo distribuido por el partido, Puig ha asegurado que este proceso judicial “no debería haber empezado nunca” y ha reivindicado la labor de la Generalitat en la conservación de estos bienes antes de la sentencia del jugado de Huesca. “Eran unas obras bien guardadas, conservadas, preservadas, expuestas a todos los públicos en el museo de Lleida. Ahora no sabemos dónde están, cómo están ni qué piensan hacer con ellas”, ha dicho el exconseller, que ha criticado a la Guardia Civil por entrar en el museo a por estas obras “con escopetas y ametralladoras”.
A las puertas del TSJC se ha concentrado una destacada delegación de JxCat, encabezada por su secretario general, Jordi Turull, el vicepresidente Antoni Castellà, la jefa de filas de Junts en Lleida, Violant Cervera, el líder en el Parlament, Albert Batet, el portavoz en el Senado, Eduard Pujol, y numerosos diputados en la cámara catalana. Turull ha arremetido contra los “silencios sonoros” del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en relación al caso de Puig y ha reclamado que emita un comunicado en su apoyo por “mínima humanidad”.
También se ha acercado para darle apoyo el presidente del Parlament, Josep Rull, y las expresidentas Laura Borràs y Anna Erra, de JxCat, además de la diputada de ERC Marta Vilalta y el secretario segundo de la Mesa, Juli Fernàndez.
El juicio se celebra sin Puig pese a la oposición de la acusación y de la defensa
El presidente del TSJC, Jesús María Barrientos, ha acordado celebrar el juicio a Puig, en ausencia al no haber comparecido en el juicio -ni por videoconferencia ni de forma presencial- y ha subrayado que fue “formal y correctamente citado”. Así lo ha acordado el tribunal tras retirarse a deliberar durante 15 minutos después de la fase de cuestiones previas, en la que el fiscal José Joaquín Pérez ha introducido una modificación en su escrito de calificación que finalmente el tribunal ha inadmitido alegando que el ministerio público debe “respetar los términos fácticos y jurídicos” de los hechos, puesto que el procesado, que será juzgado en ausencia, tiene que conocerlos.
Barrientos también ha manifestado que el proceso judicial “no puede quedarse en stand by” hasta que la legislación belga permita establecer la videollamada, un hecho que ya motivó la suspensión del juicio el pasado mes de octubre, teniendo en cuenta que ya han transcurrido unos tiempos excesivamente dilatados desde el inicio de la causa, en sus palabras textuales. Además, Barrientos ha añadido que puede celebrarse en su ausencia, como pedía la Fiscalía, porque para la pena a la que se enfrenta Puig -de multa e inhabilitación-, la ley lo permite y ha subrayado que, en la citación, que firmó personalmente el procesado, se le comunicaba que en caso de “ausencia injustificada”, se podría celebrar el juicio. La acusación particular y la defensa se han opuesto a la celebración.