Teatro y burocracia son dos conceptos que podrían llegar a ser antagónicos. Por ello los escenarios suelen ser espacios donde el papeleo no sale bien parado. Los ejemplos se multiplican, como la adaptación que Llàtzer Garcia ha hecho de Bartleby, el cuento de Herman Melville que acaba hoy funciones en la sala Beckett. El escribiente que a cada orden responde que preferiría no hacerlo se ha convertido en uno de los iconos de la sinrazón de hasta dónde puede llegar la burocracia. El proceso de Kafka también ha tenido sus versiones teatrales, y otras piezas han ridiculizado la burocracia hasta niveles hilarantes. Eduardo De Filippo planteó una tesis completa en L’art de la comèdia, que en el 2015 se pudo ver en una producción del TNC, dirigida por Lluís Homar. Una compañía ambulante ha perdido su teatrillo en un incendio y el director visita al nuevo prefecto provincial. Poco se imagina el político que el comediante le montará una gran farsa para hacer valer, por encima de todo, el arte de la comedia.
La farsa del papeleo
TEATRO Y BUROCRACIA
El 'preferiría no hacerlo' de 'Bartleby', Kafka y De Filippo reflejan el absurdo burocrático en los escenarios

Lluís Homar,Pau VinyalsyJoan Carrerasen L’art de la comèdia
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