Tragurium (Trogir, en la actual Croacia) fue un importante puerto en la costa del mar Adriático. Fundado por los colonos griegos en el siglo III antes de Cristo, la plaza fue perdiendo importancia durante el imperio romano por el auge de la cercana Salona (situada en los alrededores de Split).
Incluso en época romana, la ciudad conservó muchos elementos de la cultura helenística, una sociedad en la que los entierros infantiles a menudo diferían de los de los adultos. Ejemplo de ello es el reciente hallazgo realizado en el cementerio de la villa de Dragulin, situada a las afueras de Tragurium.
Colocados cara a cara
Los arqueólogos croatas han descubierto los restos de dos bebés gemelos enterrados juntos en una tumba que data de entre los siglos I y II después de Cristo. Sus esqueletos estaban colocados cara a cara en la misma fosa, lo que sugiere que fueron enterrados juntos en una misma ceremonia.
Según explican los investigadores en un artículo publicado en la revista Journal of Archaeological Science: Reports, los análisis genéticos realizados en el laboratorio han determinado que los pequeños, que tenían menos de dos meses cuando fallecieron, eran un niño y una niña.

Tragurium fue un importante puerto del mar Adriático
Los expertos apuntan que lo más probable es que fueran mortinatos, es decir, bebés que murieron después de la semana 28 de embarazo, antes del parto o justo durante su nacimiento, probablemente a causa de una enfermedad metabólica temprana, lo que pone de relieve las altas tasas de mortalidad infantil de las sociedades antiguas.
La antigua Tragurium contaba con dos cementerios: la necrópolis comunal que funcionó desde el siglo I al VI d.C. y otro situado en una villa romana en Dragulin que estuvo activo entre finales del siglo I antes de Cristo y el IV después de Cristo. La ubicación de los bebés dentro del camposanto ha generado preguntas sobre las tradiciones funerarias.
En esta región con profundas influencias helenísticas, los adultos eran comúnmente incinerados o enterrados en cementerios estructurados, mientras que los bebés recibían sepultura en áreas domésticas o espacios privados. En Dragulin, en cambio, se han encontrado varias tumbas infantiles, incluidas algunas dentro de grandes jarras de arcilla, una práctica que se observa en las tradiciones romanas.
La posición de los gemelos dentro del sarcófago sugiere que su familia tuvo un cuidado especial en su entierro, desafiando la noción de que la sociedad romana trataba las muertes infantiles con indiferencia.

Los pequeños fueron situados cara a cara
El análisis bioarqueológico de los restos reveló signos de enfermedades graves, incluido el escorbuto y el raquitismo, afecciones causadas por la falta de nutrientes esenciales. Los investigadores creen que los gemelos sufrieron desnutrición antes del nacimiento, posiblemente debido al estado de salud de su madre durante el embarazo.
Un estudio isotópico adicional sugiere que la dieta de la madre consistía en alimentos típicos de la era romana, incluidos mariscos, trigo y cebada. La dependencia de productos marinos y cereales se corresponde con los patrones dietéticos mediterráneos dentro de la cultura alimentaria romana.
Exposición al plomo
Los hallazgos confirman que los gemelos recibieron todos sus nutrientes de su madre, ya sea en el útero o a través de la lactancia materna. Aún así, los expertos también están explorando si la exposición al plomo –que era muy usado en la época para hacer tuberías, utensilios de cocina o cosméticos) fue clave en los problemas de salud de los niños.
Trabajos anteriores ya indicaban que los niveles de plomo en las poblaciones romanas eran significativamente más altos que en sociedades anteriores, particularmente en regiones donde los asentamientos griegos habían sido readaptados con infraestructuras posteriores.
El envenenamiento por plomo puede alterar el desarrollo fetal y debilitar el sistema inmunológico, lo que hace que los bebés sean más vulnerables a las enfermedades. Los especialistas todavía tienen que realizar varias pruebas a los gemelos de Tragurium, pero el alto número de trastornos metabólicos en toda la comunidad sugiere que este tipo de contaminación puede haber sido un factor determinante.