Para Jorge Volpi (Ciudad de México, 1968) todo es una ficción. Lo es el entorno, nosotros mismos y, también, nuestras vivencias y recuerdos. Al escucharlo, más de uno podría llegar a compararse con Truman Burbank, el hombre al que dio vida Jim Carrey en El show de Truman y que tardó en años en darse cuenta de que su día a día era una ficción que seguían millones de personas por televisión. ¿Lo que vivimos, entonces, no es real? Estas y otras cuestiones son las que trata el escritor en su nuevo ensayo, La invención de todas las cosas (Alfaguara).
El escritor, que vino hace unos días a Barcelona para presentar su ensayo, plantea un relato que parte del Big Bang y que llega hasta nuestros días. “Lo difícil ha sido decidir qué partes de la historia contaba y cuáles dejaba fuera. Eso fue un quebradero de cabeza, pero quien sabe si todo lo que me he saltado me pueda dar en un futuro para un tercer libro. Como el lector podrá comprobar, este es un proyecto ambicioso, ya que condensa todo mi pensamiento, desde que tenía 16 o 17 años”.
Cuando una pareja rememora el primer día que se conocieron, sus relatos no acostumbran a coincidir”
Fue a esa edad cuando el autor comprendió que el hecho de poder crear ficciones, sobre el mundo y sobre nosotros mismos, es lo que nos diferencia de los animales. “Estamos rodeados de ficciones. Todo a nuestro alrededor lo es: el arte, las ideas, las identidades colectivas, individuales, institucionales…” Entonces, ¿nada sucede tal y como percibimos? “Nuestros sentidos toman datos del exterior que procesamos y que conectan con el cerebro para completar la realidad. Le damos sentido y orden, para comprender, pero no es la realidad”.
Tampoco lo es el amor, que “proviene de ciertos datos reales, ya que sentimos, sufrimos y gozamos. Ahora bien, todas estas acciones y sentimientos, los seres humanos las convertimos en una ficción que nos permite crear una historia compartida pero que no necesariamente se ve ni se vive igual desde las dos partes. Por eso, cuando una pareja rememora el primer día que se conocieron, sus relatos no acostumbran a coincidir”.
El escritor Jorge Volpi durante su visita a Barcelona
Además del amor, las ficciones han dado lugares a religiones y guerras. “Los seres humanos somos violentos y cooperativos por naturaleza. Las ficciones que hemos construido van siempre hacia los dos lados. A veces prevalecen unas y, a veces, otras. Las ficciones que refuerzan nuestro lado más violento y agresivo provocan masacre y destrucción, mientras que el resto favorecen la humanidad y la construcción colectiva. Por desgracia, en los últimos tiempos, prevalecen las primeras. Estamos regresando a una época teológica en la que surgen una serie de líderes que creen tener la verdad absoluta, y eso es peligroso”.
Más allá de estas figuras, Volpi advierte de sus seguidores, pues, en su mayoría, “asumen todo lo que dicen como cierto y no escuchan si se les confronta con datos. Se adhieren a estos discursos de forma irracional y avivan las fake news. No digo que no hubiera noticias falsas antes, pero ahora hay más medios para crearlas, ya que todo el mundo tiene acceso a un teléfono móvil. Es el aparato que más drásticamente ha cambiado nuestra relación con las ficciones y la realidad, y esto tiene sus consecuencias. Las estamos viendo y viviendo en nuestras propias carnes”.
