Avelina Prat ya despuntó en 2022 con su ópera prima, Vasil , una sólida cinta rodada en Valencia con Karra Elejalde como protagonista, que se sumergía en diversos derroteros como la inmigración, la amistad, la burocracia, el bridge o el ajedrez.
La realizadora vuelve ahora a ponerse detrás de la cámara para incidir en el tema de la inmigración o, mejor dicho, en la idea de que la felicidad puede estar en un lugar alejado del de nacimiento en Una quinta portuguesa , su nueva película, que participa en la sección oficial del Festival de Málaga.
Manolo Solo da vida a Fernando, un profesor de Geografía de la Universidad de Barcelona casado con una mujer serbia. Un día su esposa le deja y Fernando no tiene forma de encontrarla. Sumido en la tristeza se va a pasar un fin de semana a una invernal y solitaria playa portuguesa donde conoce a Manuel, jardinero de profesión que acaba de aceptar un trabajo en una quinta en el interior del país. Manuel muere de forma repentina y Fernando decide suplantarlo.
Así que se instala en la quinta de Amalia, interpretada por Maria de Mereidos. Allí vive también Rita, que se encarga de las tareas domésticas. La paz del lugar y la compañía de ambas mujeres provocan que Manuel sienta que ha encontrado su lugar en el mundo. Pero el protagonista de Una quinta portuguesa tendrá que volver a sus orígenes para encajar los cabos sueltos que quedan en su pasado.