Alfredo Castro: “La derecha no sabe hacer películas, porque el cine es una cosa ética”

Entrevista

El actor y director chileno visita Barcelona, donde el festival de Cine Latinoamericano le ha dedicado una retrospectiva tras sus casi cincuenta años de carrera

Alfredo Castro en su visita a la Casa Amèrica Catalunya

Alfredo Castro en su visita a la Casa Amèrica Catalunya

Ana Jiménez

Alfredo Castro (Santiago de Chile, 1955) no se anda con rodeos. Tras casi cincuenta años de carrera entre el teatro, el cine y la televisión –aunque de esto último prefiere no hablar mucho- el actor chileno no descansa y ya está pensando en sus nuevos proyectos. Después de rodar Polvo Serán (2024) -una película que le valió una nominación a los Goya al mejor actor-, ahora ha vuelto a Barcelona, donde el festival de Cine Latinoamericano le ha dedicado una retrospectiva. Con él hablamos de su larga trayectoria, de cine y teatro –para Castro, todo política.

¿Qué le interesa de la interpretación?

La política, en primer lugar. Que la acción de un personaje esté movida por un deseo político de transformación o de involución, de trauma o de alguna experiencia vivida. Esto se ve bien en la última película, Polvo serán, porque plantea el problema ético de tomar en tus manos la vida y la muerte. Un problema fuerte y profundo.

¿Todas las películas que ha rodado tienen un componente político?

Absolutamente. De todos modos, la pregunta es difícil, porque todo es político: comer, hacer el amor o caminar por la calle. Alguien dijo que Tony Manero (2008) es tal vez la película más importante que se ha hecho sobre la dictadura chilena. Y eso fue sin mostrar la dictadura, cosa que es muy difícil de hacer.

Antes de esta película ya había trabajado con Pablo Larraín.

Siendo él muy joven y yo ya viejo. Yo no lo conocía, pero me mandó un guion que acepté e hicimos una película que le fue muy mal de crítica y público. Después él se fue a estudiar a una pequeña escuela de teatro que tengo, y entonces ya hicimos nuestra primera colaboración. Luego salieron seis películas más. Es importante tener afinidad con la gente con la que vas a trabajar: política, ética, emocional. Y tener un humor común.

No me interesan las series que rodé. Hice televisión durante muchos años para poder vivir pero no lo pasaba bien"

¿Usted revisa las series que rodó hace 30 años?

La gente las sigue viendo y hablan, pero no me interesan particularmente. Hace 15 años que no hago televisión. 

¿Y eso?

Hice televisión durante muchos años para poder vivir e hice buenas series, pero eso fue una época. No estaba contento con ese trabajo, no lo pasaba bien. Mi afán fue siempre el teatro, nunca la televisión. No aprendí nada en la tele, y Pablo Larraín tampoco.

¿No salva nada de lo que ha hecho en televisión?

No quiero hablar de televisión porque luego sacan las declaraciones de contexto y titulan: "Alfredo Castro: '¡Odio la televisión!'”. Me van a criticar en Chile, siempre lo van a hacer… así que le pido que hablemos de otra cosa.

Hablemos de teatro, pues.

Yo soy un hombre de teatro que ha hecho cine. Eso ocurre mucho. En el teatro hay unas estrategias narrativas que no son las del cine y que el actor tiene que aprender. Creo que en el cine se da, para el actor, la paradoja de no actuar. Estoy haciendo una obra que retrata un mundo chileno que tiene que ver con lo que llamamos las “nanas”. Las nanas son las señoras de escasos recursos que no tienen una profesión ni oficio y que se dedican a ayudar a limpiar casas. Son una institución en Chile. La obra cuenta la historia de una mujer que viene del campo a trabajar en una casa de nuevos ricos y pasa encerrada siete años criando a una chica. Es una adaptación de la novela Limpia, de la escritora chilena Alia Trabucco. Y que se va a hacer película, tengo entendido también.

El actor chileno visita Barcelona después de haber rodado en la misma ciudad Polvo serán

El actor chileno visita Barcelona después de haber rodado en la misma ciudad 'Polvo serán' 

Ana Jiménez

¿Qué nos puede avanzar de su debut como director de cine?

Los trabajadores de la muerte (2025) es un caso real de un joven que viaja a provincia a trabajar, conoce a una chica en una fiesta y se enamoran y tienen sexo y lo pasan muy bien… hasta que se descubre que son hermanos. Y se desencadena la tragedia, claro. Es también una adaptación de una novela de Diamela Eltit, escritora chilena y Premio Nacional de Literatura. Es una persona muy cercana a mí y que me gusta mucho como escribe.

En España hay tan buen cine como en Chile, lo que hace Almodóvar también se hace allí

¿Qué ha visto últimamente que le haya llamado la atención?

Estoy viendo Adolescencia (Netflix), y la encuentro muy interesante. No comprendo ese afán y locura por el plano secuencia, como si fuera como la última esencia del cine. Van caminando, se cruzan con alguien y la cámara los sigue, ahora para aquí, ahora para allá. Eso me aburre bastante. Pero es una serie brillante.

¿Y del cine chileno?

Es un cine muy productivo y creativo, que se hace con mucho esfuerzo pero con mucho talento, que indaga temas muy potentes para la sociedad chilena y parece ser que para la de afuera también. Pero no me gusta diferenciar entre el cine latinoamericano y el europeo. Pienso que en España hay tan buen cine como en Chile y que lo que hace Almodóvar también se hace allí. Yo hablaría más bien de un cine que tiene unas características especiales, de un territorio distinto, porque Chile es un país subdesarrollado y que tiene mucho que decir. Y, sin embargo, siento que hay imaginarios muy comunes con España.

No sé ni si existe un cine de derecha. Porque la izquierda siempre está al lado de la ética y del amor, y la derecha apuesta por el mal"

¿Cómo cuáles?

Una ultraderecha galopante, peligrosa, insidiosa, cruel. Y una lucha por la gente joven, la gente sensible por derrotar a esa derecha. Ahí está muy igual. Por eso es difícil hablar de cine español, cine chileno, argentino… Hay de todo. En Chile hay un cine también que no es muy bueno, como aquí. Existe un cine comercial, uno intelectual, de búsqueda, más que un cine español o chileno.

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¿El cine debe luchar contra esa galopada de la extrema derecha?

Lo que sé es que el 99 % del cine es contra esa derecha. No sé ni si existe un cine de derecha. Porque la izquierda siempre está al lado de la ética, de la solidaridad, del afecto, del amor y la derecha apuesta por el mal, la perversión, el trauma, la explotación, y por eso la derecha no sabe hacer cine. Ni canciones, ni poesía. La izquierda sí, porque está más cerca de lo humano.

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